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Morelia, Michoacán.- Tanto la Auditoría Superior de la Federación (ASF) como las auditorías estatales son instituciones sin dientes para castigar actos corruptos, toda vez que funcionan a través de cuotas partidarias; en consecuencia sus investigaciones se quedan en declaraciones testimoniales, denunció Silvano Aureoles Conejo, gobernador del estado.

El mandatario estatal encabezó el acto protocolario para conmemorar el Día Internacional contra la Corrupción, en donde resaltó que las auditorías son los entes que deberían supervisar la correcta aplicación de recursos públicos, pero sus instrumentos jurídicos no le permiten sancionar y aplicar penas contra los funcionarios que comenten actos ilícitos, por ende su actuar se queda como mera declaración.

“Los auditores se quedan en declaraciones testimoniales. En los medios se dice que se desviaron 100 mil millones de pesos, pero mucho gusto; el asunto es: ¿a dónde se fueron?, ¿quién los usó?, porque ningún centavo que viene de impuestos puede ser usado para otros destinos, eso es un principio básico”, criticó.

Lo anterior es respuesta a que las auditorias superiores están supeditadas a las cuotas partidistas dentro de las fracciones parlamentarias de los congresos estatales, aludió Aureoles Conejo.

“A los auditores, no los dejan ni poner su secretario particular, porque todos les ponen desde grupos parlamentarios. Esas no son herramientas para tomar decisiones. El auditor está atado de manos y sujeto a decisiones partidarias de grupos o fracciones”, añadió.

Silvano Aureoles dijo que se debe superar esa etapa, para lo cual el Sistema Estatal Anticorrupción será el gran avance en marcos jurídicos y participación ciudadana para sancionar actos corruptos.

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