Morelia, Michoacán
La estrategia de seguridad pública no ha dado resultados, insistió el obispo de Apatzingán, Cristóbal Ascencio.
A pesar de los trabajos desarrollados por los diferentes niveles e instancias de gobierno para buscar abatir la incidencia delictiva y la violencia, estos flagelos continúan y afectan a comunidades enteras, aseveró, en conferencia de prensa ofrecida este martes 30 de enero, en Morelia.
Expuso que es necesario que todas las autoridades escuchen, no una voz única, sino de la población, sobre la falta de resultados de la estrategia “abrazos, no balazos”.
En el caso específico de los desplazamientos forzados, Cristóbal Ascencio refirió que “anhelo el momento en que ya no haya familias desplazadas de sus hogares”.
Sin embargo, refirió que apenas este mes de enero ya se ha detectado el desplazamiento forzado en comunidades campesinas en las zonas limítrofes y aledañas al estado, viviendas incendiadas y familias que aún no pueden retornar a sus hogares, al ser estos inseguros.
Lamentó que el desplazamiento forzado aumenta de manera exponencial la vulnerabilidad de la población y, al momento, no se ha logrado evitar.
Por su parte, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, refirió que parte de los esfuerzos desde la Iglesia Católica para impulsar un redireccionamiento de la política de seguridad pública es fomentar el diálogo entre ellas y con la sociedad.
A la par, se requiere ayudar y apoyar a quienes ya enfrentan el desplazamiento forzado o se encuentran en situación de migración y otras críticas.
Fotos: ACG.
Para esto, recordó que en la Catedral de Morelia se instaló un módulo de información, donde se brindan desde datos turísticos hasta ubicación de albergues o mecanismos para obtener medicamentos y alimentos de emergencia.
El pasado lunes 29 de enero se llevó a cabo una celebración eucarística por las víctimas de la violencia, con la participación de jerarcas católicos en la entidad, que se replicará en distintas regiones de la provincia de Michoacán.
