Fotos: Beto / ACG Tlalpujahua, México

La mina Las dos Estrellas, uno de los centros de extracción de oro más importante en todo el mundo en los albores del siglo XX, marcó uno de los momentos de mayor bonanza del municipio de Tlalpujahua.

En esa época, el territorio se hizo famoso a nivel nacional por sus riquezas artesanales, paraísos mineros y laberínticas zonas elevadas, en medio de las cuales florecieron colonias repletas de bares, teatros, centros comerciales, burdeles y otros puntos de lujuria.

Sin embargo, esta vida pecaminosa fue castigada, según dicen algunos, por la Virgen del Carmen, reina y señora de un hermoso templo situado en la comunidad del Carmen, no lejos del complejo minero.

El 27 de mayo de 1937 la presa de desperdicios o “lamas” de Las dos Estrellas se reventó y una mole de arena y agua sucia arrasó con la tercera parte de Tlalpujahua y mató a más de 300 personas.

El milagro

Sobre el terrible suceso, Jorge León (Ole), guía de la empresa turística Enamórate de México, quien nos acompañó en nuestro recorrido por los alrededores de Tlalpujahua en busca de leyendas ocultas, nos cuenta:

“Ante la amenaza que venía de la mina Las dos Estrellas muchas personas se refugiaron en la iglesia pensando que podrían salvarse. Entonces, una señora, ya grande, subió al campanario y tocó la campana para avisarle a todos que se acercaba una ola grande, monstruosa.

Pero, no logró escapar y luego de que el templo es casi sepultado la gente venía en barcazas para subirle con poleas los alimentos y el agua”.

Pero las sorpresas y aventuras no terminan aquí: cuando baja el agua y los lugareños realizan una excavación para recuperar la imagen de la virgen, el 28 de julio de 1937, encuentran en el altar mayor a varias personas fallecidas que estaban abrazadas a la escultura de adobe, la que, milagrosamente, estaba casi intacta.

León continúa:

“A la virgen la desentierran con mucho esfuerzo y la sacan del lugar utilizando machetes, troncos de pinos, literas… de todo. El rescate duro unos 2 días. Todo el mundo quería participar en el salvamento. Finalmente, fue ubicada en el recinto religioso que antes veneraba a San Pedro y San Pablo, el cual se convirtió en el nuevo templo de la Virgen del Carmen”.

Hoy, la Torre del Carmen constituye un destino obligado para los turistas que se acercan a Tlalpujahua en busca de sus sabrosas anécdotas y edificaciones pintorescos, panes de pucha, esferas multicolores, trabajos de cantería y singulares centros religiosos como la Iglesia de San Miguel, célebre, porque tiene una torre barroca y otra neoclásica

El día en que me llevaron al lugar llovía torrencialmente, y el fango hizo un buen festín, pero la expedición valió la pena.

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