Foto: Gobierno de México

Ciudad de México

Como cada año, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, emitió su discurso triunfal al cumplir un aniversario más de su toma de protesta. En él, se atribuyó haber cambiado “la mentalidad del pueblo”, aplaudió el aumento de las remesas, volvió a enlistar sus grandes proyectos y presentó algunas metas a futuro.

“En tres años ha cambiado como nunca la mentalidad del pueblo, que eso es lo más importante de todo, la revolución de las conciencias, el cambio de mentalidad, eso es lo más cercano a lo esencial, a lo mero principal y eso es lo más cercano a lo irreversible. Pueden darle marcha atrás a lo material, pero no van a poder cambiar la conciencia que ha tomado en este tiempo el pueblo de México”.

Durante su discurso de una hora y media, el titular del Ejecutivo repitió las cifras de los costos que han tenido los proyectos impulsados por su administración, aunque no presentó indicadores sobre el impacto de los mismos; hizo algunos compromisos a corto y mediano plazo y concluyó asumiéndose como de izquierda y se dijo anclado en sus principios.

Destacaron los tema de educación, salud, seguridad, migración, combate a la corrupción, programas sociales y los megaproyectos de Dos Bocas, el corredor transísmico y el Tren Maya. Una vez más, el discurso oficial omitió la lucha por la equidad y la violencia de género.

¿Qué hay de nuevo?

Sobresalieron en el discurso algunas promesas como la de mantener el empleo a todos trabajadores de salud que fueron contratados durante la pandemia y basificar a 80 mil trabajadores.

Aseguó que el próximo año estará terminada la vacuna anticovid mexicana, Patria.

No se permitirá la venta de maíz transgénico.

No habrá permisos para fracking.

Se exigirá que todas las empresas cuenten con plantas de tratamiento de aguas negras.

El mercado de combustibles se cerrará a exterior. México sólo producirá gasolina y diesel para consumo interno. No podrá importar combustibles ni exportar petróleo.

¿Y las crisis?

Si bien López Obrador no habló de la violencia de género, el desplazamiento forzado, el encrudecimiento de la violencia o las caravanas de migrantes, que son algunos de los asuntos que más afectación social han causado en los últimos tres años, mencionó la inflación de siete por ciento alcanzada este año y desestimó que fuera un problema ya que es la misma que tiene Estados Unidos.

Aseguró que la economía se estabilizará el próximo año y crecerá en un seis por ciento, aplaudió que se hayan incrementado las remesas y aseguró que éstas, en conjunto con los programas sociales de su gobierno, han sostenido la economía del país y evitado una crisis.

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