Morelia, Michoacán
Con la sede nacional de Morena tomada por militantes de 28 entidades inconformes con los procesos de selección de precandidaturas, el dirigente del partido, Mario Delgado Carrillo vino a Morelia a decir que “tenía con claridad de que los adversarios están afuera y no al interior del partido”, mientras expresó su respaldo a Raúl Morón, precandidato que emanó de esos procesos que tienen enojada a la militancia guinda.
Mientras el edificio de Chihuahua 216 en la colonia Roma de la Ciudad de México se ha convertido en la casa de los militantes maltratados que acusan favoritismos en la designación de candidaturas, quienes mantienen una toma permanente, el dirigente arribó a Morelia para asegurar que en el partido “hay consenso”.
Situación similar vivió Delgado Carrillo en Michoacán, pues tuvo que dar una conferencia de prensa al aire libre, ya que ni a las oficinas estatales del partido le permitieron entrar, dejando claro que esa unión que presume, son palabras y no hechos.
Sobre la caída en las encuestas de Raúl Morón, su gallo para representar a Morena en la candidatura para la gubernatura de Michoacán, el también senador del partido guinda dijo que “al contrario” y que se están trabajando al interior de distritos y municipios para encontrar su anhelada unidad.
El líder de los guindas aceptó las mañas que se realizan al interior del partido que dirige, al asegurar que hay “gente que negocia” candidaturas usándolo de charola, lo cual calificó como “rumores tramposos y engañosos”.
Con la sede nacional tomada y sin posibilidad de entrar al edificio de Morena Michoacán, en protesta por la imposición de candidaturas, Mario Delgado, con cámaras enfrente, vino a Morelia a decir que “no hay amiguismo, ni nepotisimo y que todo es transparente”, mientras militancia de 28 estados hicieron del edificio de la colonia Roma, un campamento de protesta, usando oficinas como dormitorios en el lugar en el que Andrés Manuel López Obrador recibió sus primeras felicitaciones cuando era presidente electo de México.