Alfredo Soria/ACG – Morelia, Michoacán
Como es tradición e incluso atractivo turístico, todos los años entre el 1 y 2 de noviembre, México se cubre de flores de cempasúchil, se ponen altares y ofrendas para recordar a todas las personas que ya no están, sin embargo, en los últimos años las mascotas, principalmente lomitos y michis, han pasado de ser sólo acompañantes a ser considerados parte de la familia, por lo que en el día de muertos también son recordados.
En el Kilometro 21 de la carretera Morelia-Salamanca, se encuentra el cementerio de mascotas Paraíso Animal, un lugar donde ofrecen el servicio de cremación o sepultura de mascotas, para así dignificar su trascendencia. Uno de los socios de este lugar, José Ramon Serrano, nos platica que hace 15 años iniciaron con el servicio de cremación para mascotas y hace 10 años crearon el cementerio y desde entonces las familias que han sepultado a sus mascotas cada año en estas fechas acuden para adornar las tumbas, llevarles ofrendas y pasar un rato con ellos, señalando que en los últimos años es una actividad que ha ido incrementando, pues los lomitos y michis llegan a formar parte fundamental de las familias quienes con mucho cariño les dedican un tiempo especial y haciéndolos parte de esta tradición tan importante.
Ramón menciona que le llena de alegría ver que las personas dignifican a sus mascotas cuando trascienden y que no sólo las tiran como si fueran objetos, y que además los padres enseñan a sus hijos a respetar y cuidar dignamente de ellos.
En esta fecha, durante gran parte del día, van acudiendo al cementerio las familias que tiene ahí a su amadas mascotas. Así como es tradición en los panteones de la región, llegan con flores, fotos, pinturas, juguetes, la comida que más les gustaba, para adornar sus tumbas y pasar un rato con ellos, les platican, les rezan y recuerdan un sin fin de historias con ellos.
Cada lápida es distinta, algunas solo con el nombre, otras con una huellita marcada, o una imagen del lomito o michi; entre todas ellas nos encontramos la de Burbuja, una perrita que durante 17 años fue más que la mascota de Paola, quien platica que para ella fue parte de su familia durante tantos años y una compañera inseparable, incluso en las largas noches de estudio, en las cuales Burbuja permanecía a su lado acompañándola.
Sin duda alguna Burbuja dejó una gran huella en su familia, que acude a visitarla con relativa frecuencia y en fechas especiales como navidad o el día de muertos. Paola nos platica que siguiendo la tradición de Día de muertos, les gusta acudir al panteón y decorar su tumba con flores, velas y papel picado y sobre todo recordarla pues es parte de su familia y al partir dejó un gran vacío.
Lucía Villaseñor acude desde hace siete años con su familia en estas fechas, para de igual forma adornar el sitio de descanso de los lomitos Lucas y Max. Al igual que Burbuja, Lucas y Max formaron parte de una familia que los amó de forma incondicional y que cada año los recuerdan y rinden tributo con esta tradición mexicana. Lucía menciona que Lucas fue el primer perrito que tuvieron y entre tantas bonitas historias que tiene para compartir, nos menciona que Lucas, en vida fue un perrito muy social, tanto que todos sus vecinos lo conocían y cada vez que se salía de su casa, eran los vecinos quienes lo regresaban a su casa.
Anabel Tapia también acude al cementerio de mascotas, en compañía de sus hijos, para entre todos adornar la tumba de sus lomito Romina y pasar un rato ahí con ella, mencionando que desde 2019, acuden el primero de noviembre para continuar con esta tradición. Anabel es rescatista independiente de lomitos en Cuitzeo y menciona que en su familia tienen mucho amor por los lomitos, tanto, que al partir Romina para honrar su memoria, decidieron sepultarla. “Para nosotros son parte de nuestra familia, desde el primero que tuvimos han sido miembros de la familia y les hacemos este pequeño tributo para que sepan que no los hemos olvidado”.
Anabel, platica que a Romina la rescataron de la calle, que fue una perrita muy amorosa y respetuosa. Anabel menciona que cuando la rescató, estaba muy sucia y los primeros días no se subía a la cama como los otros lomitos, hasta que la bañaron y cortaron el pelo. “siempre fue una perrita muy educada y limpia., fue hasta que ella se sintió limpia que se subía a la cama y esa es una bonita historia con la que la recordamos”. Así mismo, Anabel nos comparte que Romina tuvo cuatro crías con Tomi, otro de sus lomitos y a los cuales aún tienen y aman mucho.
Karla Ximenez, también menciona que su michi Fran, por 19 años fue más que una mascota y ante su reciente partida, decidió acudir a visitarla en esta fecha adornar su tumba y rendirle un homenaje, para que Fran sepa que no lo han olvidado, “estuvo con nosotros 19 años y es como un integrante de la familia” y aunque ya no está, Karla menciona que siempre la recordará.
Todos los asistentes al cementerio, mientras rendían un bonito homenaje a sus mascotas para el día de muertos, coincidieron en que más que mascotas, eran fueron parte de su familia y los recuerdan con mucho amor, por lo que les rinden tributo de una forma muy tradicional para que sepan que siempre los llevarán en sus corazones.