Ciudad de México
El presidente Andrés Manuel López Obrador soltó la que podría ser, quizá, una de sus mayores confesiones en lo que va de su gobierno: admitió que la ayuda que le da a los pobres obedece, en realidad, a una estrategia política.
Y lo argumentó señalando que solo así puede ir “a la segura” en su objetivo de tener un respaldo popular hacia su gobierno:
“Ayudando a los pobres va uno a la segura”, dijo durante la conferencia mañanera de este miércoles, desde Palacio Nacional.
Y enseguida vino la inédita confesión:
“(Los pobres) ya saben que cuando se necesite defender, en este caso la (cuarta) transformación, se cuenta con el apoyo de ellos. No así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios (de comunicación), ni con intelectualidad. No es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”.
De acuerdo con datos del mismo Obrador, 85 por ciento de los hogares en México recibe al menos un apoyo del gobierno, incluidos los más de 11 millones de adultos mayores que reciben una pensión.
También se incluye en ese apartado a los millones de mexicanos beneficiados con más de seis mil pesos mensuales en el programa Jóvenes construyendo el futuro, así como mediante la llamada beca Benito Juárez y la beca Bienestar, dirigida ésta última a hijos de madres trabajadoras.