Morelia, Michoacán

El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió, por primera vez, que en los hechos está realizando una acción contraria a la promesa que hizo en campaña, de regresar a los elementos del Ejército a los cuarteles.

“Sí, sí, cambié de opinión ya viendo el problema que me heredaron”, argumentó cuando una reportera le preguntó sobre dicha discrepancia entre el decir y el hacer.

Y es que López Obrador había sido uno de los críticos más férreos de la decisión que, en 2006, tomó el entonces presidente Felipe Calderón de poner al Ejército al frente del combate contra las bandas delictivas.

Hoy, el tabasqueño justificó su determinación de, no solo mantener a marinos y militares, agrupados en la Guardia Nacional, sino de proponer que dicho cuerpo dependa constitucionalmente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

“Imagínense, ¿qué íbamos a hacer con la Policía Federal así como estaba?, porque yo creo que sí se sabe ¿no?, que de la Policía Federal salieron todos los que ahora están en la cárcel, están acusados o prófugos por tremendas violaciones a derechos humanos”, expuso.

El mandatario mexicano reiteró que la estrategia de seguridad debe pasar, también, por una estrategia de atención a los jóvenes, combatir la pobreza, la corrupción y la impunidad.

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