Morelia, Michoacán
El parque industrial de la isla de La Palma ha sido por años un proyecto que llevaría a impulsar la industrialización de la entidad; ahora, podría llegar a materializarse y albergar a grandes inversiones y capitales productivos que detonen la economía local.
El titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), Alfredo Anaya Orozco, expuso que la pretensión es convertir a la isla de La Palma en un gran parque industrial, a semejanza de los ubicados en sitios como Silao y León, en Guanajuato, con atractivos y ventajas que, afirmó, no se encontrarían en otras instalaciones de esta naturaleza.
La meta es que al finalizar el sexenio 2021 a 2027 la isla de La Palma sea ocupada por empresas en 300 de las 640 hectáreas con que cuenta y permita la generación de empleos de calidad, el desarrollo económico y social y el aprovechamiento del puerto de Lázaro Cárdenas.
De acuerdo con el subsecretario de Desarrollo Comercial, Rubén Medina González, se tienen 3 modelos de gestión que permitirían llevar a cabo la operación del parque industrial en la isla de La Palma: la aportación de recursos de la Federación para construcción y equipamiento; la intervención de un gran parquero que actuaría en asociación con el estado, o la adquisición de financiamiento, con la garantía de la propia isla, por el gobierno de la entidad.
Será hacia enero de 2022 cuando se defina el modelo que resulte más conveniente, en función del margen de utilidades que reporte al estado.
Alrededor de mil 500 millones de pesos se requieren como financiamiento inicial para comenzar la construcción y el equipamiento del parque industrial.
Agregó Rubén Medina que también será necesario contar con empresas interesadas y comprometidas mediante una carta de intención de inversión en asentarse en el sitio, ya que no se espera “hacer una infraestructura y luego ver quién quiere venir”.
Alrededor de 80 empresas manifestaron su interés por invertir en la entidad, previo a la extinción del proyecto de zona económica especial (ZEE), y se considera que estas mismas podrían sostener su iniciativa de asentarse en el estado con el nuevo proyecto para la isla de La Palma.
Cuestionado el subsecretario de Desarrollo Comercial sobre las garantías que la medida tendría para permanecer en el tiempo, a diferencia de la ZEE, que no alcanzó a instrumentarse de manera plena cuando fue extinguida por la Federación, mencionó que los contratos signados con las empresas son a largo plazo, al menos, 25 a 30 años, por lo que los proyectos adquieren el carácter de transexenales y sobrepasan los cambios políticos y de gobierno.
Aseveró que el parque funcionará, no como el caso de la ZEE, porque el Gobierno del Estado es el propietario de la tierra, y no hará planes en espacios que pertenecen a terceros.
Respecto de los litigios que mantienen ejidos y comunidades por la propiedad de parte de la superficie de la isla de La Palma, Rubén Medina indicó que las 640 hectáreas que abarca se segmentan en 20 polígonos y las intervenciones comenzarían donde no hay conflictos.
Así, quedarían pendientes no más de 4 a 5 polígonos donde se tienen conflictos por la propiedad de la tierra, que no representan más de 20% del total de la isla.
La isla de La Palma ha permanecido improductiva por más de 30 años, y una vez que se reactive el proyecto de parque industrial se podrán ofrecer ventajas competitivas a los usuarios, como la conjunción del parque con la administración portuaria integral (API) de Lázaro Cárdenas, lo que implicaría un binomio único en la zona del Pacífico para abatir costos respecto de otros puertos y parques industriales.
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