París, Francia

Un sacerdote católico fue muerto ayer a tiros en Saint-Laurent-sur-Sèvre, en el oeste de Francia, por un ruandés que había recibido albergue en el templo y que se entregó a la policía sin ofrecer ninguna resistencia.

Presuntamente, el sujeto había sido también el autor del incendio de la catedral de San Pedro y San Pablo, en Nantes, ocurrido el 18 de julio de 2020 en sus dos torres y que motivó un despliegue de los equipos de emergencia.

Según los primeros elementos de la investigación, la víctima murió tras haber recibido varios golpes, mientras que una fuente afirmó que el sacerdote acogía al sospechoso “desde hace varios meses” en la iglesia.

 El hombre, un solicitante de asilo que lleva varios años viviendo en Francia, había trabajado como voluntario en la iglesia.

 Tras su detención, el sospechoso confesó haber prendido fuego a la catedral gótica de Nantes.

Según lo revelado, el hombre había sido dado de alta el 29 de julio pasado del hospital Georges Mazurelle, en donde había permanecido internado durante un mes en el servicio de psiquiatría, señaló una fuente policial.

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