Juan Antonio Magallán – Morelia, Michoacán
Se requiere que el Ayuntamiento de Morelia genere esquemas para frenar la tala clandestinas en las zonas boscosas de la capital michoacana. A las autoridades municipales “les hace falta” mucho compromiso en la materia, criticó Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet).
El funcionario estatal contrastó que a diferencia de Pátzcuaro, Tacámbaro, Zamora, La Piedad, Sahuayo, Jiquilpan y Uruapan, donde se coordinan acciones para frenar los delitos ambientales; en Morelia las zonas verdes de las tenencias poco a poco son consumidas por tala ilegal e instalación de huertas ilegales de aguacate.
La pérdida de bosques en Morelia se centra en la región oriente y poniente, justo en las zonas rurales, en las tenencias de la capital michoacana. Se instalan huertas de aguacate y se generan desarrollos inmobiliarios.
A nivel estatal se pierden más de 60 mil hectáreas cada año por la conjugación de tres grandes problemas: incendios forestales, cambio de uso de suelo y tala clandestina.
Aunque han existido ejemplos de castigos para tala montes de hasta 18 meses de prisión y resarcimiento del daño con la reforestación de más de 200 árboles, morelianos de las zonas rurales señalan que la Fiscalía General del Estado (FGE) y autoridades locales solamente retienen a presuntos delincuentes ambientales de bajo impacto, mientras que los grandes devoradores de los bosques actúan bajo la impunidad.
Basta recordar que del 2001 a la fecha se demolieron decenas de hectáreas de áreas verdes al sur de Morelia, luego de que el Ayuntamiento de Morelia autorizara la edificación de la zona de Altozano, incluyendo una plaza comercial y unidades habitacionales.
Al darse una vuelta por la zona, se puede percibir a simple vista cómo quedaron atrás las zonas boscosas en las que ahora proliferan casas con alto valor, la Semaccdet reconoce que la tala clandestina es un problema compartido entre estado y municipio, pero resaltó que las autoridades capitalinas poco han hecho para frenar la destrucción de zonas verdes.
Luna García reconoció que previo al inicio de la pandemia de covid-19, la Semaccdet asumía la tarea de capacitar a grupos empresariales y ayuntamientos para coordinarse en tareas encaminadas a la preservación medioambiental. No obstante, por la ola de contagios de SARS-CoV-2 en Michoacán, se frenó la estrategia sin que hasta el momento se haya retomado.
