Morelia, Michoacán – Cuauhtémoc Castañeda
A días de decretarse la fase 3 de contingencia por la pandemia del COVID-19, el tianguis de la avenida Pedregal, al poniente de Morelia, lució atiborrado de personas que sin ninguna preocupación y sin tomar las medidas básicas de prevención, recorrieron quitados de la pena este importante centro de abastecimiento, como si ellos vivieran una realidad alterna a la que vive el resto del mundo.
Así lo pudimos constatar la mañana del domingo en una transmisión en vivo que Primera Plana realizó desde uno de los mercados más concurridos y extensos de la capital michoacana, ya que abarca las colonias 4 de marzo, Tierra y Libertad, así como la Eduardo Ruiz primera y segunda etapa, y a una cuadra de los límites del Infonavit La Colina.
Desde muy temprano logramos observar la impresionante cantidad de personas que se dan cita cada domingo en ese lugar, que pese a la recomendación de quedarse en casa, que se da en todo el mundo, aquí parece la excepción.
Notamos que por lo menos más de la mitad de los comerciantes no tomaron ninguna medida de protección para ellos o para sus clientes, poco menos de la mitad utilizan tapabocas de los cuales y los demás lo usan como accesorio en el cuello; algunos más, al ver nuestra cámara, se los ponían. En nuestro recorrido fue difícil observar que contaran con gel antibacterial y de cada 10 puestos observados, sólo uno lo tenía y no a la vista.
En lo que concierne a los ciudadanos pudimos estimar que había en ese momento en el tianguis entre mil quinientos y dos mil personas, la mayoría no traía cubrebocas, no obstante que su uso en Michoacán desde el viernes es obligatorio.
Familias completas con niños y ancianos recorrían plácidamente la extensión de este mercado sin respetar la sana distancia, algunos de ellos incluso abrazados, otros comiendo menudo, apretados en las pequeñas mesas de la improvisada menudería.
Todo esto sin la mínima protección y haciendo caso omiso a la recomendación de que quienes fueran hacer la despensa, la realizara una sola persona, o bien máximo dos, para poder cargar las grandes bolsas de mandado.
Este tianguis no cuenta con ningún filtro de acceso, ni hay una supervisión de la autoridad municipal para evitar las grandes conglomeraciones de personas, o bien controles de acceso para que se les indique a las personas que sólo puede pasar uno por familia, como hemos visto en algunos otros establecimientos que ya lo aplican; ni tampoco se veían los elementos de Seguridad Pública invitando a la ciudadanía a quedarse en sus casas, o bien indicando a los ciudadanos que deben utilizar de forma obligatoria el cubrebocas.
Por si fuera poco vecinos de la zona nos refieren que en el templo de María Madre ubicado sobre la misma avenida Pedregal, se realizan todavía misas a puerta cerrada con un número importante de feligreses adentro, por lo que esta situación es otro foco de alerta.
Vecinos consultados manifiestan que “ojalá las autoridades pongan cartas en el asunto y puedan regular este importante centro de abastecimiento” en beneficio de todos los que habitan en esa zona.
