Ciudad de México – Milenio

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en nueve meses se ha dedicado a “barrer la corrupción” generada desde Carlos Salinas de Gortari y se “mandó al carajo” la condonación de impuestos a los grandes empresarios.

Sólo en los dos sexenios pasados, de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, significó pérdidas por 400 mil millones de pesos por condonaciones de impuestos.

Pero desde el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, se dedicaron a saquear el patrimonio del país y a caer en excesos, como comprar papel sanitario de lujo, en los viajes al extranjero.

Crearon cajas de ahorros que, abundó, le costaba a los mexicanos al año más de 5 mil millones de pesos y los ex presidente recibían 5 millones de pesos mensuales.

En su gobierno, aseguró, “hay cero corrupción”, en su gabinete y en las dependencias federales que encabeza, pero ahora se requiere que ese “barrido” efectuado desde arriba para abajo permeé a la sociedad y sean los ciudadanos los que decidan acabar con ese cáncer.

“Si no se acaba la corrupción entonces se decretaría gasolinazo, crear más impuestos, crecer la deuda pública. ¡Se va acabar la corrupción, me canso ganso!”.

También refirió que los mexicanos “no son flojos” y muestra de ello es que el país recibe de remesas 35 mil millones de pesos provenientes del extranjero, básicamente de connacionales de Estados Unidos.

Lamentablemente, los grandes capitales se hicieron al amparo de la corrupción generando desigualdad económica y social, ubicando a México en el cuarto lugar de multimillonarios y esto se dio a partir del sexenio de Carlos Salinas de Gortari que vendió los bienes patrimoniales.

“Un banco famoso no pagaba impuestos mientras los campesinos, médicos, enfermeras y trabajadores sí pagan”, detalló durante el diálogo con la comunidad del Hospital Rural Matehuala.

En nueve meses, precisó, se han enfrentado a grandes retos. Uno de ellos acabar con el huachicol. Se robaban 80 mil barriles diarios, lo que equivalía a 400 pipas diarias, lo que significaba pérdidas por 65 mil millones de pesos.

Se llegó al extremo de que Hacienda tenía contabilizado ese robo y lo daba por descontado.

“Nosotros dijimos no, se acaba el huachicol y en nueve meses se redujo, a pesar de que nos intentaron boicotear, dejándonos sin gasolina durante tres semanas. Ahora sólo (se roban) 4 mil barriles, equivalente a 40 pipas diarias”.

De manera particular, precisó, “enfrentamos a un grupo que tenía una bodega moderna de robo de gasolina” y de acabar con ese negocio ilícito, entrarán a las arcas públicas 50 mil millones de pesos, más del presupuesto anual que recibe San Luis Potosí, el cual oscila en 42 mil millones de pesos.

Luego de referir que la Comisión Federal de Electricidad estaba a punto de quebrar por la cantidad de arbitrariedades y especulaciones con dicha compañía, López Obrador responsabilizó a la industria farmacéutica de lanzar campañas de desabastos de medicamentos oncológicos y de pesticidas, haciendo creer a la gente que se está afectando a los niños y que creció el dengue.

“No hay medicamentos, no hay medicamentos”, gritaba la gente de Matehuala ante lo que López Obrador refirió que se está creando un sistema de salud en el que todos tengan acceso a atención médica y a medicamentos más allá del cuadro básico.

Se comprometió a mejorar el sistema de salud, lo que significa que no faltarán medicinas. El sistema de salud contará con unidades equipadas y adecuadas, como es el IMSS Bienestar, que atiende a más de 12 millones de personas en situación de extrema pobreza o sin seguridad social.

“Vamos a distribuir los medicamentos a los lugares más apartados” y también se contempla renovar el equipo médico, generar plazas de médicos, fortalecer la infraestructura.

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