Ciudad de México – Excélsior
En los últimos días usuarias de redes sociales compartieron sus testimonios sobre varios intentos de secuestro en las inmediaciones —e incluso dentro— del Metro de la Ciudad de México.
Sin embargo, el modus operandi con el que operan revela muchos problemas de fondo que se resumen a uno sólo: el machismo de la sociedad mexicana.
Muchas de ellas contaron que los secuestradores fingían ser sus conocidos, generalmente sus novios, y cuando alguien más se acercaba intentaban convencerlo de que ellas no querían subirse a los autos o irse con ellas porque estaban “haciendo un berrinche”.
Sin embargo, bajo el entendido de que las parejas arreglan sus problemas ellas solas y que no deberíamos entrometernos, se esconde también la creencia de que si los hombres son sus novios está bien que se las lleven a la fuerza, ¿no es eso terrible?
Así que NO, no importa si es nuestro novio o nuestro esposo, nadie tendría que “hacerse de la vista gorda” cuando otra persona está intentando meternos a cualquier vehículo en contra de nuestra voluntad.
Y ésa NO debería ser la razón por la que no nos ayudan o no ayudamos a alguien más.