Ciudad de México.- El peso y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) pierden este jueves luego de que Estados Unidos inició una evaluación para imponer nuevos aranceles a las importaciones de automóviles y camiones, similares a los que aplicó en marzo al acero y al aluminio.
El peso cotizó en 19.668 por dólar a las 07:39 horas con una pérdida de 0.2% o 4.00 centavos, frente a los 19.628 pesos del precio de referencia de Reuters del miércoles.
En tanto, la BMV registró pérdidas en sus primeros negocios del día, en línea con sus pares en Nueva York.
A las 8:31 horas, el referencial índice accionario S&P/BMV IPC bajaba 0.23% a 45,672.29 puntos.
Ayer, el gobierno del presidente Donald Trump lanzó una investigación de seguridad nacional sobre las importaciones de automóviles y camiones que podría llevar a la imposición de nuevos aranceles, en momentos en los que se desarrolla la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
De acuerdo con el diario The Wall Street Journal, la administración de Trump ya planea un arancel de 25% a las importaciones de autos.
Un funcionario del gobierno estadounidense dijo antes del anuncio que la medida busca presionar a Canadá y México para que realicen concesiones en las negociaciones del TLCAN, que se han extendido en parte debido a las provisiones sobre autos, así como presionar a Japón y la Unión Europea, que también exportan gran cantidad de vehículos a Estados Unidos.
Por otro lado, una fuente mexicana cercana a las negociaciones del TLCAN, al ser cuestionada sobre si la medida afectaría a México y Canadá, dijo: “esa probablemente será la próxima batalla”.
Unos aranceles más altos podrían ser particularmente dolorosos para las automotrices asiáticas, entre ellas Toyota Motor Corp, Nissan Motor Co, Honda Motor Co y Hyundai, que cuentan con Estados Unidos como mercado clave; incluso, el anuncio de la investigación provocó una fuerte venta de acciones de las automotrices en toda la región.
Los gobiernos de Japón, China y Corea del Sur dijeron que supervisarían la situación, mientras que Pekín, que cada vez mira más a Estados Unidos como un mercado potencial para sus automóviles, agregó que defenderá sus intereses.
Con información de: Forbes vía Reuters