Morelia, Michoacán.- A puertas del Segundo Debate Presidencial, con ya sólo cuatro candidatos en contienda y con una guerra de encuestas ya en pleno furor en la carrera hacia el máximo cargo político en México, es momento de hacer un corte a la información estadística para interpretar cómo ha progresado la intención de voto en el escenario electoral.
Si bien las encuestas que dan base a los números aún no registran el efecto de la renuncia de Margarita Zavala a su candidatura independiente, sí hay información suficiente para medir el verdadero efecto del Primer Debate, una vez sosegadas las primeras impresiones y triunfalismos de cada una de las campañas y sus seguidores.
La buena noticia es que, más allá de los estudios poco serios que existen, todas las encuestas metodológicamente relevantes en el país coinciden en sus intervalos de intención de voto para cada candidato, al 95% de confianza.
Recordemos que la última vez en este espacio explicamos que, en realidad, ningún estudio estadístico puede arrojar como resultados cifras precisas, sino que suelen entregar cifras promedio de los mínimos y máximos que cada candidato puede obtener. Es decir, si la casa encuestadora ‘A’ dice que Margarita Zavala obtendría el 4% de los votos de ser hoy la elección, se debe a que el estudio muestral arrojó que el voto por la candidata estaría entre 3 y 5 por ciento, por ejemplo. Si la encuestadora ‘A’ trabaja para Margarita, lo más probable es que publique que obtuvo 5% de la intención de voto, que es el máximo margen que puede poner a su favor sin mentir. Si trabaja para sus adversarios, es de esperarse que diga que obtuvo 3%.
Además, recordemos que toda afirmación con base en Estadística tiene un margen de error. En el caso de todas las encuestas de este tipo realizadas en México, afirman que 1 de cada 20 veces se equivocarían en sus resultados.
Es por ello que para reducir tanto márgenes de error como de significancia estadística, además de todas las fallas metodológicas, intencionadas y no intencionadas, por parte de las casas encuestadoras, recurrimos a los estudios de agregación de encuestas, que cierran brechas y nos dan la mayor exactitud posible con los datos disponibles.
Este punto lo explicamos mejor hace unos días, si quieres revisarlo haz click aquí.
Sin embargo, estando hoy a 42 días de la elección —y a 24 días del mundial, que robará la atención a las campañas—, por primera vez en la historia de las campañas narradas por encuestas en México parece haber cierto acuerdo, lo que es confirmado por los números de las acumuladoras, que son estas instituciones que mediante cálculos complejos suman las mediciones de todas las encuestas, dando mayor peso a las mejor efectuadas, a nivel metodológico.
Oraculus
El estudio que consideramos en este espacio como el más confiable, profesional y veraz arrojó su última actualización este miércoles, 16 de mayo de 2018.
Como se puede observar, las encuestas dan el primer lugar a Andrés Manuel López Obrador mínimo con 41% y máximo con 46%, lo que representa nada más un 5% de variación. En el segundo puesto ubican a Ricardo Anaya, con un mínimo de 27% y un máximo de 32%, con una variación idéntica a la del puntero.
El caso de José Antonio Meade es mucho más acotado, lo que implica que, lejos de lo que estudios pocos serios han afirmado, sobre que pudiera encontrarse en segundo lugar de las preferencias, hay una enorme probabilidad de que se encuentre entre el 19% y el 22%.
Aún menor es el rango asignado a los candidatos independientes, ya que Jaime ‘El Bronco’ Rodríguez tendría entre 2% y 3% de las intenciones de voto, mientras Margarita Zavala entre 3% y 5%, los cuales tendrán que repartirse entre las cuatro opciones aún en carrera, o sencillamente sumar votos al abstencionismo.
La distancia entre el primer y segundo lugar sería de 9 puntos porcentuales, en el caso de mayor fortuna para el panista de la coalición Por México al Frente, y de 19%, como resultado más favorable para el morenista de la coalición Juntos Haremos Historia.
Si bien entre 9% y 19% hay mucha diferencia, lo cierto es que hay que comprender que estos son los límites de la estadística, y no dejar que nos den gato por liebre, por buenas o malas que nos parezcan las noticias. Si quisiéramos obtener datos con intervalos mucho menores, habría que realizar encuestas entre 300% y 500% más caras, para lograr un 99% de confianza, y es dudoso que haya quien esté dispuesto a pagarlas en el escenario actual.
En cuanto a las tendencias de las campañas, la liderada por Morena no ha dejado de crecer, incluso después del Primer Debate Presidencial, mientras que no hay evidencia estadística de que desde entonces la encabezada por el PAN haya aventajado ni disminuido. Sin embargo, la coalición en la que también participa el PRD es la única otra opción, además de la de Morena, PT y PES, que tiene una tendencia al alza desde el inicio de las campañas.
Por el lado de la campaña del PRI, su declive ha sido sostenido y siguió cayendo después del debate, obteniendo una aprobación similar al número de indecisos que quedan, que serían alrededor del 18% de la población.
Pronósticos de triunfo
Las probabilidades de ganar las elecciones en este momento se inclinan hacia el candidato de la izquierda, con 91% de posibilidades, mientras que el de la derecha tiene aún 8% y el oficialista 1%.
Meade todavía conserva 14% de probabilidades de lograr el segundo lugar, mientras que las posibilidades para ‘El Bronco’ de lograr cualquier otro lugar que no sea el cuarto son casi nulas.
Es relevante también que el candidato puntero aún tiene probabilidades significativas de obtener la mayoría absoluta, superando el 50.1%, y con ello asegurar la elección.
Agregadores coinciden con exactitud
Si tomamos a las cinco empresas que hacen agregados de encuestas, para compararlas con el de Oraculus, encontramos que existe un alto grado de similitud. Para ello esta vez sí tomaremos los valores promedio de los intervalos que arrojan cada una de las instituciones, con el fin de poder visualizar más claramente las semejanzas y diferencias.
Como podemos ver, con datos todos actualizados al último miércoles, con excepción del diario El País, de España, que realizó su estudio el 20 de abril, el margen de diferencia entre los cálculos es mínimo, pues le dan un margen entre 43.4% y 45.4% a López Obrador, mientras que a Ricardo Anaya le otorgan entre 27.7% y 30%, por lo que la diferencia entre ambos estaría entre 13.5% y 17.7%.
Así, el diferencial entre los agregadores de encuestas sería de 2 puntos en los resultados para el morenista y de 2.3% para el panista, lo que implica un nivel de consistencia muy alto entre sus resultados. Además, la discordancia en el caso de Meade sería de 2.1%, entre 18.9% y 21%, dejando del lado en este caso a El País, que por su fecha de realización no alcanzó a captar el descenso del priista que la mayoría de encuestadoras reportaron.
En el caso de los votos que dejaría sueltos Margarita Zavala, estos estarían entre 3% y 4%, con un diferencial de sólo 1%, dejando una vez más a El País de lado por la fecha en que se actualizó. Y ‘El Bronco’ estaría obteniendo entre 2% y 3%, también con una diferencia mínima, de sólo 1%.
Qué se puede esperar
En los días que quedan de campaña, el único cambio que cabría esperar es que el candidato de la coalición Por México al Frente capitalice la mayor cantidad posible de los votos que su hasta hace poco correligionaria, Margarita Zavala, abandonó. Además, a partir de sus ya demostradas capacidades retóricas tendría que aprovechar este domingo para consolidarse ante la mayor cantidad posible de personas como la única alternativa a Andrés Manuel, a quien es muy improbable que pueda robar votos.
Así, posicionándose como ‘el voto útil’ y demostrando que el voto por Meade ya no es una opción, tendría que lograr ascender rápidamente para reducir la ventaja de su oponente de izquierda, para lo cual debería de subir entre 2% y 2.5% cada semana para lograr llegar empatado a su rival el 1 de julio.
Es verdad que esto no se vislumbra como un escenario probable, sin embargo es perfectamente posible y es lo que la campaña de la opción de izquierda debería no dejar de temer, a menos que logren esos 5 a 7 puntos que los separan de conseguir que la mayoría de todos los mexicanos voten por su plataforma.
antonio.rojas@pucp.pe
El autor es politólogo doctorante
y maestro en Políticas Públicas