Barcelona, España.- Cataluña es uno de los motores de la economía de España , puntera en exportaciones, industria, investigación y turismo, a pesar de una elevada deuda.
Su inestabilidad puede tener graves consecuencias para la economía española. Ya el gobierno central rebajó las previsiones de crecimiento para 2018, de 2,6% a 2,3% del PIB.
Peso pesado de la economía junto con Madrid
Cataluña representaba el 19% del PIB español en 2016, por lo que competía con Madrid (18,9%) por ser la región más rica del país. En PIB per cápita figura en cuarta posición (28.600 euros frente a una media de 24.000 en España), por detrás de Madrid, País Vasco y Navarra.
La tasa de desempleo, similar a la de la capital, es bastante inferior a la del resto del país: 13,2% en el segundo trimestre de 2017, frente a un 17,2% a nivel nacional. En Madrid era del 13%.
Exportaciones dinámicas y grandes grupos
Cataluña es, de lejos, la primera región exportadora de España, con un 25% de las ventas de mercancías en el extranjero en 2016 y en el primer trimestre de 2017.
La región atrajo en 2015 alrededor de un 14% de las inversiones extranjeras en España, en segunda posición, muy por detrás de Madrid (64%), pero por delante de todas las demás regiones, según datos del ministerio de Economía.
Alberga además grandes empresas, pero la incertidumbre política ha llevado a más de 800 de ellas a sacar su sede social de Cataluña. Entre ellas pesos pesados como los dos mayores bancos (CaixaBank y Sabadell) y Gas Natural.
Gran actor industrial
El agroalimentario es el mayor sector industrial de Cataluña en términos de empleo y volumen de negocios, gracias a la industria de la carne y en particular el segmento del cerdo.
Cataluña concentra por otro lado la mitad de toda la producción química de España, con un gran polo en Tarragona. Su actividad es superior a la de ciertos países europeos como Austria, según la federación regional del sector.
Cataluña era en 2016 la segunda región española en número de vehículos fabricados, con un 19% de la producción nacional. Nissan y Volkswagen (a través de su marca Seat) poseen allí varias fábricas. España es el segundo mayor fabricante de coches de la Unión Europea, por detrás de Alemania.
Líder en investigación
Cataluña apuesta mucho por la investigación, en particular en biociencias (genética, neurociencias, biología celular, etc), un sector que representa el 7% de su PIB. Cuenta con hospitales líderes, centros de investigación y hasta un acelerador de partículas, y se presenta como la primera región de Europa en número de empresas farmacéuticas por habitante.
Las nuevas tecnologías están también muy presentes en Barcelona, que cada año acoge el congreso mundial de la telefonía móvil.
Las universidades figuran entre las mejores de España. De las cinco primeras universidades españolas de la clasificación de Shanghái, tres son catalanas. También hay dos importantes escuelas de comercio, y Barcelona cuenta con grandes editoriales en lengua española, como Planeta y Anagrama.
Primer destino turístico de España
Con su capital, Barcelona, y las playas de su Costa Brava, es la región española que atrae más turistas extranjeros.
La tendencia se acentuó en los últimos años. Más de 18 millones de personas visitaron Cataluña en 2016, es decir una cuarta parte del total de los extranjeros llegados al país.
No obstante, la actividad turística en Cataluña cayó un 15% interanual tras el referéndum del 1 de octubre y las reservas hoteleras han descendido un 20% hasta fin de año, según cifras ofrecidas el martes por la patronal Exceltur.
Su aeropuerto (El Prat) es el segundo del país, después del de Madrid. Acogió en 2016 a más de 44 millones de pasajeros, y es muy apreciado por compañías de bajo coste.
Por otro lado, el puerto de Barcelona es el tercero de España en volumen de mercancías y uno de los más relevantes de Europa en cuanto a cruceros.
La deuda punto flaco
El peso de la deuda pública es uno de los puntos débiles de Cataluña, ya que representa un 35,4% de su PIB, con lo se ubicaba como la tercera región más endeudada de España en términos relativos en el segundo trimestre de 2017.
En valor absoluto, Cataluña figura a la cabeza, con una deuda de 76.700 millones de euros a fines de junio.
La deuda catalana, relegada por las agencias calificadoras a la categoría de especulativa, le impide al gobierno regional financiarse directamente en los mercados, por lo que depende de los préstamos del Estado central.
El impacto económico de una eventual secesión
El debate es álgido entre los pro y antiindependencia, que basan sus cifras en metodologías e hipótesis diferentes.
Según el ministro de Economía español Luis de Guindos, una Cataluña independiente saldría de la Unión Europea, su PIB caería entre un 25 y un 30% y el desempleo se duplicaría.
Algunos economistas creen por el contrario que el nuevo Estado se mantendría en la UE y calculan que su PIB se mantendría estable a corto plazo y aumentaría un 7% a largo plazo.
El gobierno catalán cree también que la región no sufriría más un “déficit presupuestario”, derivado del hecho de que aporta al Estado central más dinero del que recibe.
El ejecutivo catalán cifra ese déficit en alrededor de 16.000 millones de euros (8% del PIB regional), y el gobierno central, con otra metodología, en 10.000 millones (5% del PIB regional).
Fuente: gestion.pe/AFP