Alejandro Amado
Morelia, Michoacán.- Dentro de la comunidad Lésbico, Gay, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI), el sector trans es el más discriminado y el que mayor número de ataques físicos registra. En lo que va del 2017 se han contabilizado ocho transfeminicidios, aunque la cifra puede ser más alta pues ni la Procuraduría, ni la Secretaría de Igualdad Sustantiva, tampoco las organizaciones sociales realizan un conteo o dan seguimiento especializado a ese tipo de crimen de odio.
Miembros de la comunidad trans refieren que desde la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se clasifican erróneamente los transfeminicidios al ubicarlos como crímenes pasionales cuando en realidad se trata de crímenes de odio. Los medios de comunicación contribuyen a revictimizar cuando no reconocen a las víctimas como personas trans y se refieren a “un hombre vestido de mujer” o “una lesbiana”, aunque existen características específicas para ubicar este tipo de crímenes, como la saña y el corte de genitales.
“Comúnmente si llegan a matar a una persona trans se dice que mataron a un hombre vestido de mujer o que mataron a una lesbiana, pero no se reconoce que somos personas trans. Es muy difícil manejar cifras porque es complicado que las mismas personas trans se hagan visible, es difícil llegar a estadísticas sobre esto”, declaró Sony Rangel, hombre trans integrante del Proyecto Itza Boy y Divergen-T.
Eden Valdivia, mujer trans integrante de Michoacán Es Diversidad, lamenta la violencia cotidiana que vive este sector de la comunidad LGBTTTI, pues a su juicio las mujeres trans son las que sufren el mayor grado de violencia y la discriminación. Pidió fortalecer las políticas de seguridad pues la esperanza de vida de las mujeres trans en México es de 35 años.