Washington, EU.- Cuando el futuro de 750 mil jóvenes indocumentados a los que Barack Obama protegió de la deportación se encuentra de nuevo en la cuerda floja, un senador republicano y otro demócrata se han unido en un intento de que se legalice su permanencia en Estados Unidos.

El republicano Lindsey Graham y el demócrata Richard Durbin presentaron al Senado una propuesta de ley que de aprobarse abriría el camino a la nacionalización de los jóvenes sin papeles que llegaron al país siendo niños de la mano de sus padres.

Son los conocidos como “dreamers” (soñadores) y llevan sumidos en la incertidumbre desde que Donald Trump ganó las elecciones, ya que en campaña había prometido expulsar a los más de 11 millones de indocumentados que hay en Estados Unidos.

Ya en la Casa Blanca dijo que los “dreamers” quedaban excluidos de las deportaciones y en junio, el Departamento de Seguridad Nacional, del que dependen las cuestiones migratorias, confirmó la continuación de DACA, que es el nombre que recibe el programa con el que los protegió Obama en 2012 mediante una orden ejecutiva, es decir, haciendo uso de su poder presidencial.

Desde finales de junio, sin embargo, una decena de estados republicanos encabezados por Texas asegura que si DACA no es cancelado para septiembre, acudirá al tribunal que ya paralizó su extensión.

Según el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, todos los expertos legales consultados dentro y fuera de la administración creen que DACA no sobrevivirá en una corte ante el argumento de que Obama se extralimitó en sus competencias al aprobarlo.

“Kelly nos ha dicho básicamente que DACA se enfrenta a una condena a muerte”, dijo el congresista hispano Luis V. Gutiérrez tras una reunión con el funcionario la semana pasada.

La batalla por proteger a los “dreamers” encuentra respaldo unánime en las filas demócratas pero tiene divididas a las republicanas, en las que hay legisladores que se oponen a todo tipo de reforma migratoria que abra la puerta a la ciudadanía de indocumentados, y la propuesta que hoy presentaron Graham y Durbin lo hace.

Sin embargo, juega a su favor que viene patrocinada por representantes de los dos partidos y que son, además, senadores reconocidos en Washington.

El hecho de que el año que viene haya elecciones legislativas para renovar una parte del Congreso puede favorecer que gane apoyos republicanos de legisladores de estados con alta proporción de hispanos, que tendrán que pelear por renovar su mandato en esos comicios.

“Aprobar esta legislación no podría ser más importante durante estos tiempos cruciales”, manifestó hoy la senadora demócrata Catherine Cortez Masto. “Me alienta ver que mis colegas de ambos partidos están tratando de hacer lo correcto y creo que es un paso en la dirección correcta en nuestros esfuerzos para arreglar nuestro sistema migratorio”.

La propuesta de ley, no obstante, sufrió ya su primer golpe el miércoles, cuando se supo que iba a ser presentada este jueves y un portavoz de la Casa Blanca expresó oposición. Toda ley aprobada por el Congreso tiene que ser firmada por el presidente para entrar en vigor.

Fuente: Milenio

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