De lambiscones a críticos
Es cierto que en política se vale de todo; que los golpes bajos están siempre a la orden del día y la lealtad es solo un sustantivo sin valor absoluto y un relativo total en la práctica. Pero cuando los periodistas pierden piso y se creen la falacia de que somos el cuarto poder y por ello incursionan en la política, su credibilidad, si es que alguna vez se tuvo, debe ser cuestionada. Y si a eso le sumamos que casi siempre pasan de ser una voz pagada por el propio sistema para convertirse en sus detractores, entonces la mentira está totalmente armada.
Tal es el caso del periodista venido a candidato independiente a la presidencia Pedro Ferriz de Con. Venido y vendido.
Pedro Ferriz de Con siempre formó parte del sistema de prebendas que el régimen político tuvo con la presa, especialmente con la televisión y con la radio, en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado.
En sus inicios frente a la pantalla se negó a trabajar en Televisa para no ser la sombra de su padre, el comentarista y también periodista Pedro Ferriz Santa Cruz; por esta razón sus primeros pasos los da en Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional y después en Imevisión, la cadena pública de televisión, ahora privatizada y convertida en TV Azteca.
Pero su mayor presencia fue radiofónica. En los años 90 y hasta 2002 estuvo al frente del noticiario radiofónico de Cadena Imagen con un equipo conformado por Javier Solórzano y Carmen Aristegui, uno de los más escuchados en el país. La ruptura entre ellos fue ríspida y nada agradable (vea la nota original aquí). Sentó las bases en México para evidenciar y demostrar que la política y la economía dictaban las bases de los perfiles editoriales de los medios de comunicación. Un secreto a voces que se hizo evidente.
Desde entonces, Pedro Ferriz de Con quedó al frente de la dirección editorial de Grupo Imagen, de la que era socio accionista. De allí pasó a CadenaTres, parte del consorcio de los hermanos Olegario y Mario Vázquez Raña, hasta que a principios de esta segunda década del siglo XXI la relación de Ferriz de Con con el PRI se rompió; y se rompió desde lo más frágil: los acuerdos comerciales.
Desde que Enrique Peña Nieto era gobernador del Estado de México la línea editorial marcada por Pedro Ferriz de Con se volvió crítica en contra del ahora presidente de la República. Era una crítica hueca; de esas que se dicen para justificar la libertad de prensa y para tratar de hacer evidente el poder del medio ante el propio partido para recuperar las prebendas económicas.
Obviamente, Ferriz de Con se volvió incómodo, máxime que CadenaTres y Grupo Imagen, por mucho que el propio periodista fuera accionista de ellas, las empresas pertenecían a los hermanos Vázquez Raña.
Las críticas de Ferriz de Con contra Enrique Peña Nieto, en general, y contra el PRI, el particular, subieron de tono. Los adjetivos que le colocó a Peña Nieto, desde el inicio de su campaña, fueron contundentes: ignorante, ineficaz, ineficiente, corrupto, incapaz…
El poder priísta pudo más y lo callaron en 2012 cuando fue despedido de CadenaTres. A los hermanos Vázquez Raña, insignes y disciplinados priístas, se les pidió la cabeza del locutor y estos la entregaron en bandeja de plata, corriéndolo.
Ferriz de Con tuvo que generar su propia página Web para poder hacer uso de la comunicación para criticar a la mano que durante décadas le dio de comer. Tan así, que hace un año, el 15 de enero de 2016 lanzó su plataforma donde se propone como candidato independiente a la Presidencia para el periodo de 2018.
¿Cuánta credibilidad, cuánto carácter moral, cuánto poder podrá tener un periodista como Pedro Ferriz de Con, quien conoce las entrañas y los intestinos del sistema político mexicano, pues fue peón fiel del mismo, para ahora convertirse en una voz que propone una revolución intelectual?
Los periodistas viejos y los estudiosos de los medios recordarán a un Carlos Denegri, a un Miguel Ordorica Castillo, a un Manuel Mejido, a un Jacobo Zabludowsky y a otros muchos comunicadores como adalides del periodismo corrupto y chayotero, servidores de funcionarios y plumas prestas para defender la dictadura del PRI en sus diferentes plataformas mediáticas.
Que Ferriz de Con venga con golpes de pecho, con críticas duras contra los partidos, especialmente el PRI, cuando él mismo fue artífice de lo que ahora tanto critica, lo convierten en un personaje sin calidad moral para representarnos.
Cierto es que es de sabios cambiar; pero cuando el cambio tiene un tufillo a vendetta, se vuelve dudoso. ¿Cómo confiar en la credibilidad y en la lealtad y en la palabra de alguien así, como Pedro Ferriz de Con, y tantos otros periodistas convertiros en voceros, defensores o detractores de un sistema al que ellos pertenecieron?
¿Usted votaría por él? Yo no. Pero esto es tan solo mi opinión.