Angangueo, Michoacán
Este jueves 9 de enero se celebraron 50 años del descubrimiento de la visita a nuestro país de la Mariposa Monarca, ese pequeño insecto que viaja más de cuatro mil kilómetros para encontrar un hábitat adecuado dónde hibernar, convirtiendo a Michoacán en un santuario de esa riqueza natural y que hoy es uno de los emblemas de “el alma de México”.
En un evento sencillo pero muy simbólico, desde la Sierra Chincua, que se ubica entre los municipios de Senguio y Ocampo y que es uno de los santuarios más grandes de la Monarca, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla reiteró el compromiso profundo de cuidar, proteger y preservar el hábitat de esta especie.
El gobernador develó una placa para conmemorar este aniversario pero, sobre todo, para agradecer la gran labor que desempeñan las comunidades, los ejidatarios y los brigadistas para vigilar y cuidar estos bosques que albergan a la mariposa.
La historia de un asombroso descubrimiento
El descubrimiento de todo el suceso de migración que realiza la mariposa monarca no sólo se remonta a hace medio siglo, el estudio científico de la especie y de su vuelo desde Cánada y Estados Unidos a nuestro país, se remonta a 1937.
Los canadienses Fred Urquhart y su esposa Nora iniciaron la investigación en aquel año pero no fue sino 30 años después, en 1967, que publicaron los resultados de la misma. Sin embargo, algo no estaba completo.
Había una incógnita en el aire, como el propio vuelo de las mariposas, ¿A dónde iban de manera precisa estos pequeños seres durante el crudo invierno?
Fue ocho años después que se descubrió a dónde llegaban las monarcas, el primer sitio en el que se las encontró fue en cerro El Pelón en Zitácuaro. En 1975, Catalina Aguado y su esposo Kenneth Brugger, siguiendo las pistas y el viaje de la propia mariposa, fueron quienes encontraron por primera vez los asentamientos de la monarca.
A partir de ese momento, inició todo un conjunto de acciones y procesos para conservar y apreciar a tan hermosa especie.
En el 2000 se crearon tanto la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca y el Fondo Monarca que brinda apoyo y sustento a las comunidades que resguardan los santuarios. En el año 2008 la Reserva de la Biósfera Monarca fue nombrada patrimonio natural de la humanidad por la Unesco.
Aunque hoy hace 50 años que se descubrieron estos santuarios, no debemos olvidar que la mariposa monarca hacia este gran viaje y habitaba en el país desde hace mucho tiempo.
Preservar los santuarios de la mariposa es esencial: Bedolla
Rodeado por los bosques de oyamel de Sierra Chincua, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla expresó que lo más importante es proteger y conservar la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, “preservar la naturaleza más allá del turismo y el atractivo”, puntualizó.
Hoy en día son 23 los sitios de hibernación en la reserva pero no todos están abiertos al público para no perturbar y perjudicar a la especie.
“Este tesoro hay que apreciarlo y cuidarlo para que las nuevas generaciones lo puedan disfrutar”, declaró Bedolla.
Año con año la cantidad de mariposas ha venido disminuyendo y, ellas mismas, han buscado otros sitios del país dónde descansar debido a factores como el calentamiento global. Aunque esta temporada se ha visto un aumento, los riesgos y afectaciones no dejan de existir.
“Por eso hoy reiteramos nuestro compromiso irrenunciable de que está maravilla continúe siendo un símbolo de esperanza, identidad y conservación de nuestra riqueza natural”, expresó el gobernador.
“Estos lugares atraen visitantes, turistas pero eso no es el elemento esencial por el que realizamos todos estos esfuerzos, la esencia de estos santuarios es preservar la especie frente a las amenazas reales”, concluyó Ramírez Bedolla.