Foto: ACG

El partido Morena y sus dos aliados PT y PVEM lo ganaron todo en las elecciones pasadas del 2 de junio, que ahora tendrán una mayoría arrolladora de gubernaturas en el país, lo que les dará la posibilidad de usar recursos públicos de manera discrecional, aplicar programas sociales o ejercer presión sobre poderes públicos o grupos de interés.

Por otro lado, este mismo bloque de tres partidos prácticamente ha ganado el mayor rango de fuerza en el Congreso de la Unión, particularmente en la Cámara de Diputados, en donde durante la próxima legislatura tendrán mayoría calificada (373 de 500 integrantes) y la posibilidad de aprobar “en automático” reformas constitucionales.

En el Senado de la República, han ganado 83 escaños (de 128 lugares) faltándoles solamente dos para obtener esa mayoría calificada con la que podrían reformar la carta magna sin el respaldo de otras fuerzas políticas.

Estas cifras aún podrían cambiar porque hasta el día 29 de agosto habrá resoluciones definitivas en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en caso de existir impugnaciones y a pesar de esto, en lo personal dudo que la Cuarta Transformación vaya a perder lugares plurinominales en el Congreso de la Unión, pero por formalidad habrá que esperar.

¿Y qué gana en realidad el bloque de Morena, PT y PVEM? Además de espacios de poder y la posibilidad de comenzar la colonización total del aparato burocrático del Estado Mexicano (estructuras federal y estatales), ahora tendrá la posibilidad de iniciar una serie de reformas constitucionales para ir consolidando la implantación de su propio régimen de gobierno. La llamada Cuarta Transformación necesita recursos económicos y estructuras burocráticas de poder para aterrizar el llamado Plan C y ha llegado el momento para hacerse de buena parte del sistema político mexicano.

Sin embargo, este meta-poder también le traerá una amenaza a esta nueva clase política gobernante: ya no tendrán argumentos creíbles para culpar a gobiernos del pasado en caso de presentarse malos resultados durante el gobierno federal que comenzará es unas semanas.

Lo natural es que comience un desgaste como bloque por el simple hecho de ejercer del poder, pero además, la muy menguada oposición y sobre todo la sociedad civil opositora a la Cuarta Transformación, tendrán la oportunidad de construir una historia con narrativas a mediano y largo plazo que tenga como eje articulador un solo concepto para facilitar el foco de atención: “la cuarta transformación lo ha ganado absolutamente todo y ahora Morena y sus aliados PT y PVEM serán absolutamente responsables de todo lo malo y catastrófico que le suceda a México, a las y los mexicanos”.

Si este encuadre se construye con técnica comunicacional y se implanta en la mente de millones de mexicanos, el gobierno de la Cuarta Transformación podría no tener un escenario cómodo.

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