Fotos: ACG

Los primeros estudios realizados a la imagen de la Virgen de Guadalupe que se presumió lloró sangre el pasado 2 de junio, arrojaron que el llanto es sangre, de procedencia humana y sin presencia de bacterias.

Así lo confirmó el párroco asignado a la iglesia de la Santísima Trinidad, José de Jesús Alcázar Fuentes, en entrevista en la sede parroquial, localizada en la colonia Obrera.

Detalló que fue el laboratorio Cedimi el responsable de llevar a cabo las primeras pruebas, para determinar si el líquido es sangre y, en su caso, la procedencia.

Alcázar Fuentes mencionó que los estudios confirmaron la procedencia humana y sin presencia de bacterias en la sangre.

Una segunda batería de análisis definirá el tipo de sangre de la muestra obtenida de las lágrimas de la escultura, además de un comparativo con la sangre de los integrantes de la familia Melchor, para, en caso de coincidencia, revisar el ácido desoxirribonucleico (ADN) y verificar si la muestra pertenece a uno o más individuos.

Adicionalmente, se tendrán análisis para inspeccionar la propia escultura, a fin de detectar o descartar la posible manipulación de la misma.

Aunque no es posible prever el tiempo en que las autoridades eclesiásticas resolverán la autenticidad, o no, del incidente, José de Jesús Alcázar mencionó que podrían tenerse los análisis requeridos en el ámbito local en el curso de uno a dos meses, con base en eventos similares registrados con anterioridad.

Si bien la pretensión es que los trabajos se desarrollen desde la Arquidiócesis de Morelia, el párroco de la Santísima Trinidad destacó que sólo se tocaría a las puertas de El Vaticano, sede de la máxima autoridad católica, en caso de pretender trasladar la imagen a un santuario.

“Por el momento, no consideramos necesario mover la imagen y trascender de la arquidiócesis”, expuso. Alcázar Fuentes refirió que el llanto de sangre es un “hecho extraordinario”, que muestra la petición y el llamado de la Virgen María a la unión de México como país, a la conversión y a tomar el camino de la paz y la justicia. No obstante, también precisó que la Iglesia Católica toma este caso, como otros de similar naturaleza, con prudencia y cautela, y solicitó a los fieles “no dejarse deslumbrar, el mismo tiempo lo irá diciendo todo”.

José de Jesús Alcázar indicó que no se descarta que se produzca un nuevo episodio de llanto de sangre, el que, explicó, reafirmaría la autenticidad del hecho.

Al momento, se ha reportado al menos una presunta sanación atribuida a la Virgen de Guadalupe representada por la imagen que lloró sangre, una mujer que era afectada por un intenso dolor de cabeza.

Cabe recordar que el pasado 2 de junio la familia Melchor, residente en la colonia Obrera, hizo del conocimiento de sus vecinos que la imagen de la Virgen de Guadalupe que estaba en su comedor lloró sangre, manifiesta en dos lágrimas que cubrieron su rostro.

El hecho fue notificado poco después al padre José de Jesús Alcázar, quien acudió a hacer una inspección inicial y dar parte a la Arquidiócesis de Morelia.

Un segundo incidente se registró el 12 de junio, cuando la imagen derramó por su ojo izquierdo dos lágrimas acuosas, de las cuales no fue posible tomar muestras o evidencias, además de imagen en fotografías y video.

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