Morelia, Michoacán
La paternidad es un gran reto que conlleva cambios en la rutina y en el estilo de vida, pero cuando debe, por alguna circunstancia, ser ejercida en solitario, este reto se magnifica.
En el hogar de Jesús, las labores son las cotidianas para cualquier familia: trabajar, preparar la comida, asear la casa, atender a los niños, acompañarles en sus tareas… con la salvedad de que Jesús asume la totalidad de estas labores.
En Michoacán, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 600 mil 121 hogares tienen jefatura masculina. Destacan los 19 mil 678 padres de familia que crían solos, sin el apoyo de una pareja, a sus hijos, sea por viudez, divorcio, abandono u otros.
Tras la separación de su pareja, Jesús enfrenta en solitario el cuidado de sus pequeños, ambos en edad escolar, lo que le implica saber administrar el tiempo para realizar su trabajo y estar pendiente de sus hijos.
“Afortunadamente, por mi trabajo puedo permanecer en casa, estar ocupado mientras vigilo a los niños, hacer descansos para atenderlos, darles de comer, lavar la ropa, y, cuando hacen sus tareas, puedo estar junto a ellos, sin dejar de realizar mis actividades”, explica.
No es fácil ser padre soltero, ya que, además de asumir la carga laboral que corresponde a dos personas, Jesús ha debido restringir otros aspectos de su vida personal y sobrellevar los estigmas de ser hombre jefe de familia y criar en solitario.
“A veces, hay que hacer malabares para que el tiempo alcance para todo; si estoy enfermo, pues me tomo algún medicamento y sigo, no puedo descansar, y si los niños necesitan que vaya a juntas, que los lleve al médico o alguna otra actividad especial, ese día debo parar mi trabajo, lo que repercute en mi economía”, detalla.
En México, según el Censo de Población y Vivienda 2020, del Inegi, hay 21.2 millones de hombres que son padres; de estos, solo 0.5 por ciento, 106 mil varones, son padres que crían en solitario.
La cifra contrasta con la proporción de mujeres que son madres solas: de los 38 millones de mujeres en el país que son madres, 11 por ciento, cuatro millones 180 mil, crían sin el respaldo de una pareja.
En tanto que las madres solas disponen de diferentes programas para apoyarlas con el cuidado de sus hijos, en recursos en efectivo, alimentación, cuidado, atención médica y otros, para los padres solteros no se tienen suficientes iniciativas.
“Para la gente, las mujeres son las que se quedan, las que luchan, las que sacan adelante, y los hombres somos los que abandonamos, los que nos vamos, los que preferimos la fiesta o la nueva novia a los hijos. Y muchas veces es así, otras, nosotros somos los que hacemos frente a las responsabilidades”, refiere Jesús.
Con un ojo en la sopa de verduras que hierve en la estufa, las manos en el cabello de su hijo para peinarlo, y el oído presto para atender a su pequeña, mientras prepara su uniformes para asistir a la escuela, Jesús refiere que no sé trata de victimizarse.
“Muchísimas mujeres se enfrentan todos los días a la crianza solas, se trata de que los apoyos y las ayudas también beneficien a los hijos de los pad* *res que nos quedamos solos”, sostuvo.
* Fotos ilustrativas