Morelia, Michoacán – Merck
La diabetes gestacional es una condición que se presenta cuando una mujer desarrolla niveles altos de azúcar en la sangre durante el embarazo como una situación que no había experimentado antes. Este tipo de diabetes afecta significativamente tanto a la madre como al bebé si no se controla adecuadamente.
La Asociación Internacional de Grupos de Estudio de Diabetes y Embarazo (IADPSG por sus siglas en inglés) destaca que la diabetes gestacional es un tipo más leve de hiperglucemia, nombre técnico para llamar al nivel alto de azúcar en la sangre y una de las complicaciones médicas más comunes del embarazo.
La Federación Internacional de Diabetes (FID) estima que, a nivel mundial, uno de cada seis de los 20 millones de nacimientos vivos anuales (16.8%) ocurre en mujeres con algún tipo de hiperglucemia; el 16% de estos se relacionan con diabetes en el embarazo (ya sea preexistente o diagnosticada durante el embarazo) y el 84% restante con Diabetes Mellitus Gestacional (DMG).
Uno de los principales desafíos en el diagnóstico de la diabetes gestacional es la ausencia de síntomas evidentes, lo que puede retrasar la detección. Además, los cambios fisiológicos durante el embarazo como las fluctuaciones hormonales y metabólicas llegan a complicar la interpretación de los niveles de glucosa en sangre.
El cuerpo normalmente convierte los alimentos en glucosa, que luego es transportada a las células mediante la insulina. En la diabetes gestacional, la glucosa no entra adecuadamente a las células, acumulándose en la sangre y provocando hiperglucemia.
Durante el embarazo, las mujeres con diabetes gestacional tienen mayor riesgo de complicaciones como hipertensión, preeclampsia, pérdida del embarazo y parto prematuro. El control estricto de los niveles de glucosa en sangre es crucial para minimizar estos riesgos.
“El manejo de este tipo de diabetes incluye una dieta saludable, ejercicio regular y, en algunos casos, insulina. Es esencial un seguimiento continuo con pruebas regulares de glucosa después del parto. Mantener un estilo de vida saludable es fundamental para prevenir la progresión a Diabetes tipo 2”, comentó el especialista en ginecología y obstetricia Antonio Helue.
En México, la prevalencia de esta condición varía entre el 8.7% y el 17.7%, afectando a más de 250,000 mujeres. Algunos factores de riesgo incluyen el sobrepeso, antecedentes familiares de diabetes, haber tenido diabetes gestacional en embarazos previos, y condiciones como el síndrome de ovario poliquístico o hipertensión. También tener alguna enfermedad del corazón o contar con presión arterial o el colesterol alto son factores importantes.
“La identificación y el manejo de esta condición son cruciales para asegurar la salud materno-fetal, mantener un peso adecuado, seguir una dieta balanceada y realizar actividad física regularmente, son medidas efectivas. Además, es crucial el acceso a una atención prenatal adecuada que incluya la evaluación y monitoreo de la glucosa en sangre”, explicó el hr. Helue.
La diabetes gestacional es una condición seria que requiere un diagnóstico y manejo cuidadosos. La educación, la prevención y el control riguroso de la glucosa pueden asegurar embarazos saludables y reducir los riesgos a largo plazo tanto para la madre como para el bebé. La cooperación entre las mujeres embarazadas y sus proveedores de atención médica es esencial para enfrentar y superar los retos asociados con esta condición.