“No te me adelantes, déjame llegar a esta”, fue la frase de un muy sonriente, muy emocionado, muy bailador y muy besador Alfonso Martínez Alcázar, quien al filo de la medianoche de este domingo dos de junio, salió a la calle Batalla de la Angostura a declararse vencedor de la contienda electoral por la alcaldía de Morelia.

Un Alfonso que, tras 45 días de campaña, por fin pudo gritar de nuevo un “Morelia seguirá brillando por otros tres años más”.

Se acerca la medianoche y el templete preparado para la ocasión apenas logró quedar a tiempo, pequeño, sólo para unos pocos y un fondo de mariachis vestidos de verde o de azul.

La emoción de un nutrido grupo, no tan grande, pero sí gritón; algunas llorando, todos sonriendo, riendo, cantando.

La negrita de mis pesares abrió plaza. El animador de siempre desgañitado, enroquecido, vibrando con la fuerza del triunfo propio y ajeno.

Líderes, amigos, secretarios con licencias, los metiches que nunca faltan y que siempre sobran. Los leales ahí, discretos, sonrientes, inevitable la emoción, el furor, el abrazo cómplice.

La tierna sonrisa de una Paola Delgadillo que hoy no dudó en aceptar el beso del triunfo, frente a tantos y frente a todos.

Martínez Alcázar no quería salir triunfalista a la calle, pero no pudo evitarlo. A las once de la noche la tendencia del Programa de Resultados Preliminares (PREP), se antojaba inevitable.

Su propio conteo interno le daba ya más de 15 mil votos de diferencia con una tendencia a superar los 30 mil contra su más cercano contendiente, el que nunca pudo, al que superó por dos, al menos hasta esta medianoche.

Y por segunda vez, pareciera, el nocaut a Morena pero ahora con un matiz humanista, solidario, sororo al oído y a la vista. El nocaut a  la elección del estado que querían fincarle, a la trampa de la guerra sucia, al descalabro oportunista, a las bodegas “reventadas” y a los montajes malhechos.

Alfonso, el bailador. El ritmo pegajoso de los últimos 45 días, “todos, este dos de junio, todos, vamos a votar Alfonso Martínez para presidente…”; la melodía salía, risueña, traviesa, los hacía gritar y a él bailar hasta decir basta, en un juego de triunfos compartidos.

Contrario a lo esperado, su primer discurso como virtual reelecto, fue hacia su equipo, hacia la gente que caminó con él -y sin él- kilómetros de calles y avenidas buscando el voto. A los que estaban ahí, su ejército, defendiendo la victoria, a los que desde hace meses no duermen, a los que se dicen estrategas y a los que verdaderamente lo son.

Mujeres y hombres de distintas edades blandiendo banderas, cornenitas y cornetotas. Comiendo taquitos al pastor casi fríos y cocas en lata haciendo reviviendo cuerpos abatidos por el cansancio.

A ellos fue su primer gracias, su reconocimiento y afecto. Su sonrisa colgate y su baile de cada vez, metiendo y scando el pasito sinaolense ya más moreliano que el ate.

Fue ahí también donde habló de resultados, donde reconoció que a partir de su eslogan “x2”, la vida le sonrió más y llegó aquí, a un virtual triunfo contudente, x2: “en la elección pasada salimos victoriosos por más de 6 mil votos, hoy, hoy son más de 14 mil en estos momentos y vamos a llegar a más todavía”, decía entre gritos y porras, entre el Juan Colorado, los caminos de Michoacán y el “we are the champions” del Freddy Mercury, reentonando a los mariachis y a los impetuosos y fieles seguidores.

En su encuentro con medios, Martínez Alcázar anticipó que su triunfo podría ser con una diferencia mucho mayor, contundente, inevitable, uno que le cierra la puerta a la judicialización y a las dudas.

También dijo que mañana lunes regresa a la alcaldía a continuar su gestión, la segunda y por último, que buscará al gobernador, esa será su primera tarea, que por igual buscará a Claudia Sheinbaum, que quiere trabajar por Morelia y dirimir los conflictos que le cerraron la puerta a la capital michoacana a recursos del estado y la federación.

  • ¿Este triunfo marca la ruta del 2027?
  • -Pérame pues, no te me adelantes, déjame llegar a esta.

Al cierre de esta edición, el triunfo marcado en el PREP parecía una tendencia irreveersible: con más del 56 por ciento de las actas capturadas y una participación preliminar del 54 por ciento de votantes, Alfonso Martínez ostentaba ya 109 mil 489 votos, contra el global de Morena, PT y Partido Verde, de 80 mil 977 votos a favor de Carlos Torres Piña, la diferencia de casi 30 mil sufragios, ese más de 14 por ciento tan cantando por dos, por el alcalde con licencia.

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