Morelia, Michoacán
A iniciativa de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán (CEDH), con la colaboración de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM, campus Morelia y la colectiva Hilos “Sangre de mi sangre”, se llevó a cabo el conversatorio “Tejiendo hasta encontrarnos, diálogo y sesiones de tejido”.
Los objetivos fueron dialogar sobre las violencias, la memoria, las resistencias y el activismo, así como visibilizar la problemática que representa para la sociedad la desaparición forzada o cometida por particulares desde el arte.
Participaron: Claudia Rodríguez, directora de Hilos y artista plástica; David Gutiérrez Castañeda, maestro en Historia del Arte; Elizabeth Mercado Espejo, bailarina; Georgina Rodríguez, catedrática de la ENES Morelia, y, Sergio Manuel Camacho, de la CEDH Michoacán como moderador.
En su participación, la creadora del proyecto dijo que éste consiste en ir creando una gran obra de arte en color rojo, a través de sesiones de tejido, que se realizan en espacios públicos, con el fin de apropiarse de éstos, además representar el dolor que viven los familiares de las personas desaparecidas, pero que también se convierte en una propuesta incluyente, comunitaria, que lleva implícita la organización de la sociedad.
Por su parte, David Gutiérrez, opinó que la creación de este “tejido” es una protesta frente a las fallidas políticas públicas que no han podido hacerle frente a la problemática de la desaparición.
En su turno, Georgina Rodríguez opinó que se trata también de visibilizar la vulnerabilidad a la que están expuestos los familiares de las víctimas del delito de desaparición, pero a través de una obra de arte, utilizado éste como un detonador de la sensibilidad.
La bailarina Elizabeth Mercado dijo que se seleccionó el color rojo, puesto que es el color de la sangre, ese líquido que todos llevamos en el cuerpo y que, desafortunadamente, se ha convertido en el color de la violencia.
Para Sergio Manuel Camacho, el proyecto “Sangre de mi sangre”, representa el dolor de las personas y, a su vez, una herramienta de denuncia social que se realiza de manera pacífica, sin dañar el patrimonio cultural y que, además ha tenido un efecto multiplicador, puesto que ya se extendió a 20 entidades federativas y a 10 países, sobre todo de Latinoamérica.
De esta forma, el tejido que se va elaborando con hilo rojo representa la mancha de sangre generada por la violencia y, al mismo tiempo, la posibilidad de unirnos, empatizar, resistir y sanarnos en colectivo.
Posteriormente, se realizó una sesión de tejido, en el marco del proyecto “Sangre de mi Sangre”, que contribuye a la reflexión de la violencia en México.
La CEDH Michoacán te invita este viernes a las 9 am, en el auditorio del mismo organismo, a otro conversatorio de “Tejiendo hasta encontrarnos”, un encuentro con la sociedad civil; y a la sesión de tejido que se tendrá el sábado 04 de mayo, en la Calzada Fray Antonio de San Miguel a las 11 am.