Desconocemos nuestra luz y nuestra sombra, a partir de ahí generamos identidades imaginarias en base a los deseos de la otredad e intentamos adaptarnos al contexto para satisfacer esos deseos; ese contexto en el que los estándares son demasiado elevados e incluso para algunos “inalcanzables”, por ello es ahí donde surge la falacia “entre el pensamiento y la realidad”.

El sociólogo austriaco Peter Stiegnitz fundó una ciencia especial, a la cual llamó “la mentiología”, en la que distingue hasta cinco formas de la mentira: la mentira de sí mismo (autoengaño), la mentira piadosa (proteger al otro), la mentira de prestigio (impresionar a otros), la mentira por miedo (impedir consecuencias incómodas de las propias acciones) y la mentira inescrupulosa (engañar, perjudicar o desinformar a otros).

Retomo este tema que en algún momento había tocado en el artículo “la falsedad de las redes sociales”; sin embargo, ahora lo hago desde un análisis a la película “Señora influencer”.

La película dirigida por Carlos Santos y protagonizada por Mónica Huarte, inicia como una divertida comedia y se transforma en una sátira perturbadora de la salud mental y las redes sociales.

En primer lugar, me gustaría hacer énfasis en las enfermedades de salud mental, la cual supone que incluye el bienestar emocional, psicológico y social. Entendiendo que si se ve afectada la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida, dicha salud se afectará y los trastornos mentales pueden aparecer con un efecto negativo e importante en las esferas de la vida (lo cual sucede en varios de los personajes de la película).

Sin embargo, algo relevante a denotar es que de todo el contexto de la película, la salud mental de la protagonista y de los demás personajes es de lo que menos se habla. Ejemplo de ello, es que el mismo padre de Fátima (protagonista) le esconde a ella una situación vivida en la infancia, en dónde se observa a simple vista que padecía un trastorno mental que no era aceptado por la madre y la forza a tomar terapia de electrochoque; aunado a ello el abandono de la medicación que la llevan a la disociación, trayendo consigo la tragedia con la que inicia la película.

Ahora bien, un segundo punto importante a desarrollar, es justo lo que pasa en su infancia, puesto que las heridas generadas en la infancia ocasionan máscaras y características de personalidad en edades adultas.

En ese sentido, una herida de rechazo en la infancia, tiene como consecuencia que un adulto busque ser complaciente y hacer de todo, con tal de no volver a vivir ese rechazo. Asimismo, sucede con las demás heridas (abandono, humillación, traición e injusticia) pueden originar baja autoestima, necesidad imperante de pertenencia, problemas de confianza, dificultades para regular emociones y problemas para establecer relaciones sanas (los personajes de la película presentan algunas de estas características).

Por otra parte, un tema que trata de visualizar la película es el de las violencias, comenzando con la discriminación por la salud mental de Fátima, hasta la violencia física infringida a ella y a una de sus amigas. Sin dejar de lado la violencia doméstica, el bullying, la violencia de género y todo lo que se va suscitando con los haters y cada una de las personas que van participando.

Por último, pero no menos importante, el tema de las terapias alternativas que siguen ganando popularidad, sin ser cuestionadas sobre el efecto real o la preparación académica de quién las facilita.

En el artículo publicado en esta misma página llamado “El placebo de las terapias alternativas”, hago una pauta sobre la importancia fundamental de fomentar una actitud más crítica y basada en la evidencia científica al considerar las terapias alternativas.

Dentro de la película se observan dos tipos de terapia, la primera consiste en colocar una serie de electrodos en el cuero cabelludo y proporcionar al paciente descargas eléctricas (electrochoque), la cual está prohibida desde hace años, por la violencia ejercida, la vulneración a los derechos del paciente y sus terribles consecuencias.

Así mismo, la protagonista cae en las garras de un personaje que realiza “Terapia new age”, una terapia alternativa, peligrosa y sin sustento profesional basada en un pensamiento mágico de ocultismo y manipulación que llevaron a Fátima a dejar su medicación y ocasionar la disociación entre la fantasía y la realidad.

En resumen, se observa cómo en la película se dan todas las formas de mentira. En mi opinión es importante reconocerse como la suma de todas las partes, integrando la luz y la sombra, la edad, el género, el contexto, las heridas de la infancia, la salud física y emocional, todo en una totalidad que lleve a la toma de decisiones conscientes y aleje a las personas de las necesidades afectivas que generan mentir y aparentar, propician violentar o dejarse violentar y manipular.

Por último, es de vital importancia que si se identifican características y comportamientos propios o ajenos que han tenido como consecuencia algún tipo de desequilibrio emocional; se indague sobre profesionistas colegiados y capacitados en los temas específicos de cada problemática. Y no se busque una cura milagrosa que pueda llegar a perjudicar aún más la salud física o emocional.

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