Buenos Aires, Argentina
Con una huelga general y protestas que congregaron a decenas de miles de personas en todo el país respondieron este miércoles 24 de enero los sindicatos de Argentina a las reformas que impulsa el gobierno del ultraliberal Javier Milei.
Según El Universal, el paro incluyó una movilización en la que también participaron organizaciones sociales y partidos políticos opositores al gobierno del economista de extrema derecha.
La huelga fue convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) en rechazo a un decreto presidencial que reduce beneficios para los sindicatos y trabajadores y contra un amplio proyecto de ley en los ámbitos político, fiscal, jubilatorio y administrativo para equilibrar las cuentas fiscales.
Durante el acto central de la protesta frente al Congreso, el sindicalista Pablo Moyano lanzó una dura advertencia contra el ministro de Economía, Luis Caputo:
“Si sigue con estas medidas, los trabajadores lo van a llevar en andas al ministro, pero para tirarlo al Riachuelo”, el río que marca el límite sur de Buenos Aires.
La protesta se extendió a todas las capitales del país con manifestaciones que reunieron a miles de huelguistas en Corrientes, Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Mar del Plata, entre otros puntos.
También hubo actos convocados en Montevideo, Londres, Berlín, Ciudad de México y París, entre otras.
Un vocero del gobierno de Argentina consideró que la media jornada de huelga general en el país sudamericano es “un gran sinsentido, una complicación y una pérdida de dinero contra muchos argentinos”.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por su parte, calificó a los organizadores de la protesta de “sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza”, y denostó a los “jueces cómplices y políticos corruptos, todos defendiendo sus privilegios” en una publicación en X (antes Twitter).
Varios integrantes de la coalición peronista Unión por la Patria (UP) y de la izquierdista Frente de Izquierda y de Trabajadores asistieron a las movilizaciones.