La estrofa anterior de la canción “Cicatrices” de Alfonso Maya, da una pauta a como puede vivirse el amor, pero sobre todo un mensaje sobre los amores que no son y sin embargo, muchas veces las personas se aferran.

Robin Norwood, menciona que cuando se está en la etapa del enamoramiento, se comienza a sufrir, se justifican las malas conductas, y además la relación perjudica el bienestar integral e incluso la salud física y emocional, se “está amando demasiado”.

Continuando con lo anterior, amar demasiado es una experiencia tan común en muchas de las mujeres que se termina creyendo que es algo muy “normal”; sin embargo, esto puede convertirse en una adicción y aunque la palabra suene fuerte, para “curarse” se necesita reconocer la obsesión que se presenta.

Asimismo, amar demasiado no significa amar a demasiadas personas, ni enamorarse con mucha frecuencia, tampoco sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. Significa obsesionarse y llamar a esa obsesión «amor», permitiendo al otro infinidad de cosas, incluso aquellas que perjudiquen la salud física y emocional.

Las siguientes características son típicas de las mujeres que aman demasiado:

1.- Los hombres que son amables, estables, confiables y que se interesan en ellas, les parecen aburridos.

2.- Provienen de un hogar disfuncional que le provee de poco afecto y además presenta carencias emocionales.

3.- Se inclinan por personas inaccesibles, ellas desean controlar, pero terminan haciendo lo que les piden por miedo al abandono.

4.- Se vuelve adicta a la persona, al dolor emocional y a situaciones caóticas.

5.- Presenta bajo amor propio, fantasea con el amor romántico, incluso puede llegar a tener conductas autolesivas y episodios depresivos.

Nadie va por la vida queriendo cicatrizarse el corazón; sin embargo, el tema de la soledad ha sido uno de los más grandes miedos del ser humano. Apenas hace un par de días prendí el televisor y había un programa con el tema “Estoy contigo para no estar sola”, mi pensamiento automático fue, ¿en qué momento nos alejamos tanto de nosotras mismas, que terminamos por sentirnos solas?

Y es que, creo que se puede sentir soledad aún estando en compañía y eso tiene que ver con la propia historia de vida y el poco trabajo personal.

Retomando el tema principal, hay una distorsión cognitiva cultural desde hace años, la cuál lleva a conductas inexplicables. Mujeres que aman demasiado tienen la idea distorsionada llamada ‘falacia del cambio’ y consiste en que por “amor”, la otra persona cambiará y en algún punto todo será “perfecto”. Esto aunado a las heridas de la infancia, los introyectos aprendidos y las carencias con las que se ha crecido, llevan a la persona a qué en algún punto se “rompa”.

En el libro “La mujer rota”, escrito por Simone de Beauvoir, la autora describe la historias de tres mujeres que experimentan diversas vivencias en cuestión a roles, emociones, cambios y las relaciones afectivas. Y, algo que verdaderamente me sorprendió, es la historia de Monique quien aconsejada por sus amigas permite que su marido continúe con un amorío (hasta que se enfade de la amante); sin embargo, esta decisión la va destruyendo poco a poco, hasta el punto en que la rompe.

En referencia a lo anterior, me gustaría retomar también dos historias más, de películas llamadas: el poderoso oz y Maléfica.

En la primer película, la bruja del Oeste (Theodora), una mujer amable y bondadosa, después de sentirse engañada y herida de amor, se le rompe el corazón y se vuelve oscura transformándose en una persona cruel, despiadada y malvada.

De igual forma, en la segunda película aunque hay una historia diferente, existe el mismo trasfondo, una hada buena que confía y entrega su corazón, pero es traicionada, no solo mutilan su cuerpo sino también una parte de su ser, lo que la lleva a lanzar un hechizo, en el cual la hija de aquel que la engañó sólo se despertaría con el “beso de amor verdadero”, evidentemente, después de que se rompe deja de creer en las personas y el hechizo resulta ser más una burla.

Por otra parte, es importante mencionar que aunque las historias anteriores, las que aman demasiado y terminan rompiéndose son las mujeres, esto no quiere decir que sean las únicas que lo hagan, toda vez que también existen hombres con carencias y heridas que en consecuencia también aman demasiado.

Por consiguiente, el presente artículo no es una crítica a alguno de los dos géneros y los ejemplos se dan por la dinámica relacional, y el contexto citado.

En resumen, cuando las experiencias de nuestra niñez son particularmente dolorosas, a menudo nos vemos obligadas (os) inconscientemente a recrear situaciones similares durante nuestra vida en un impulso de obtener el control sobre ellas. Sin embargo, es necesario sanar para no presentar este tipo de dinámica en las relaciones afectivas, por lo que si al leer el presente artículo te identificas en algo, es importante que trabajes en ello, con el propósito de encontrar tu equilibrio emocional.

Recuerda que cuando temes al abandono del otro, la probabilidad de que te abandones a ti misma, aumenta.

Dedicado a todas aquellas personas que han compartido su historia conmigo y que me inspiran a escribir sobre el tema.

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