Minutos después de que el presidente ultraliberal Javier Milei comunicara desde la Casa Rosada un mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que plantea la derogación de más de 300 normas, junto con la desregulación completa de la economía, desde los balcones de los edificios de Buenos Aires se escucharon golpes de cacerolas y sonaron por las calles las bocinas de automóviles.

El feroz DNU firmado por Milei plantea, entre otras medidas, la prohibición del derecho a huelga, la derogación de la ley de Ley de Alquileres, la conversión en sociedades anónimas de todas las empresas estatales para luego privatizarlas, la eliminación de la Ley de Promoción industrial e importantes reformas ligadas a la salud y las obras sociales.

El decreto golpea el parlamento y plantea una salida política autoritaria que algunos analistas comparan con el autogolpe de Fujimori en Perú en 1992.

Además de las protestas en Buenos Aires, también hubo manifestaciones de repudio en los municipios de Lanús, Morón, La Matanza, Avellaneda, La Plata y otras ciudades entre las que figura Rosario. La mayor concentración de manifestantes se dio frente al Congreso de la Nación.

El repudio se manifestó, igualmente, en las redes sociales de manera masiva.

“Estamos ante una verdadera estafa electoral, porque Javier Milei prometió que venía a atacar a la casta y finalmente vino a aplicar un feroz ajuste al pueblo trabajador”, dijo la diputada del Frente de Izquierdas Myriam Bregman.

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