Morelia, Michoacán
En ese gobierno (2008-2012) ocurrieron los granadazos que mataron a ocho civiles en el centro de Morelia, su hermano Julio César fue ligado al crimen organizado y se dio el “michoacanazo”, operativo en el que se detuvo a 36 alcaldes, funcionarios y mandos policíacos acusados de nexos con el crimen, pero para Selene Vázquez, la historia ha sido injusta con el exgobernador Leonel Godoy.
“Yo respeto mucho a Leonel y creo que la historia ha sido injusta con él, porque hizo cosas importantes y porque tuvo un gobierno muy corto, con cuatro años para trabajar (…) La satanización que hicieron de Leonel ha sido muy injusta”, sostuvo la hoy aspirante a candidata de Morena al Senado de la República, precandidata a gobernadora por el Partido del Trabajo (PT) en 2015 y exsecretaria de Política Social en el estado, en entrevista con Primera Plana MX.
– Antes de política, fuiste periodista, te recuerdo en esa faceta.
Fui periodista mucho tiempo en el periódico El Nacional, en Radio Centro, en Radio Fórmula. En Radio Fórmula fue donde empecé realmente. Aquí en los medios locales estuve en Porqué de Michoacán, en Cambio de Michoacán y en la XEI.
– ¿No extrañas arrastrar la pluma?
A veces lo hago. Me cuesta trabajo, porque luego me consume mucho la chamba, aún así, estuve escribiendo un poco en Cambio (de Michoacán), un poco en El Sol (de Morelia) y en algunas revistas.
– ¿Esa experiencia en el periodismo te ha ayudado en tu carrera política?
Yo creo que sí. Los periodistas son muy realistas, porque luego tendemos a hacer historia de la vida o a querer ver cosas que están fuera de la realidad.
Cuando estudié comunicación, me llamó mucho la atención el periodismo, porque varios de mis compañeros que eran medio soñadores, que no pisaban el piso y vivían en una nube, tendían a perder la interpretación de la realidad, y eso es el periodismo, interpretas mejor la realidad. Luego también hay medios de derecha y de izquierda, pero a mí me gustan los medios que critican todo.
– ¿A qué periodista admiras?
Cuando hubo un tiempo muy aciago en Michoacán los medios se cerraron, con un problema de seguridad que era complicado, entonces a mí me abrió la puerta Carmen Aristegui para hacer la denuncia de lo que a mí (como diputada) los alcaldes de la zona que estaba sitiada por el crimen me contaban.
Con Carmen no hay una relación de amistad, pero le admiro mucho su trabajo. Otra periodista que, ella sí fue mi maestra, fue Sara Lovera, quien hizo una agencia de información para las mujeres. Y de hombres hay varios, aunque hay algunos que se pierden en la crítica y se van hacia un lado, pero hay quienes se quedan en medio y logran capotear: Javier Solórzano, uno de ellos. La crítica puede ser molesta, pero es necesaria y ayuda a formar criterios, a establecer parámetros.
– ¿Qué opinas de las críticas al presidente por lo que considera embestidas contra algunos periodistas? Caso Loret de Mola, Dóriga, Ciro.
Yo creo que hay que tener mucho cuidado con lo que se habla, porque el presidente ha dicho que si lo atacan tiene el derecho a defenderse, ya luego lo dejó de decir y simplemente responde, pero yo te diría que no hay una línea de lo que dice Loret de Mola que no sea para criticar, molestar, incidir y generar duda sobre la gestión del presidente. Yo, en ese periodista particularmente, no veo una crítica constructiva; él está para destruir todo lo que representa la Cuarta Transformación, está dedicado a eso (…) Yo no veo a Loret, me enferma, y como él otros, como Pedro Ferriz. Ese hombre está tan envenenado que ya no hay que escucharlo.
A lo mejor es disparejo que un presidente de la República, con todo el poder que eso implica, sancione la conducta de un periodista o de cualquier persona, un intelectual o académico; no está parejo el piso, pero también no lo está en los medios, que son el cuarto poder.
También es cierto que los medios tradicionales hoy han sido rebasados; las nuevas generaciones ya no ven la tele, ni siquiera saben quién es Javier Alatorre, ya nadie ve televisión abierta, y hay otras plataformas que comienzan a tener mayor relevancia.
– Y ese piso parejo del que hablas, ¿lo ves en este proceso interno?
Mira, muchos entramos a decir del piso parejo, pero también hay que decir que tenemos más ventajas quienes tenemos más experiencia. El piso disparejo se crea cuando, quien tiene el poder, pretende imponer todas las candidaturas, y quienes desde el poder siendo funcionario se promociona en anuncios enormes en todo el estado, pinta bardas por todos lados. Si haces cuentas de todo lo que se gasta, es difícil creer que salga del bolsillo personal de alguien o de los amigos (…) Y sí, empezamos con un piso muy disparejo por quienes estuvieron promocionándose desde los cargos o espacios. Nos llevan una ventaja de más de un año.
– Hablando de ventajas, ¿qué dirías que te distingue por sobre las demás aspirantes mujeres?
No sé cuántas mujeres nos registramos, hay quienes dicen que 27, no sabemos; yo sé como de seis. A todas las respeto, pero a veces escucho sus discursos y creo que no entienden la tarea del Senado. El Senado tiene varios fines y yo quiero ser senadora por tres temas que para mí son esenciales: el federalismo, seguridad nacional y la línea política internacional de México. Esos son temas de la agenda del Senado. En el tema de la seguridad nacional, no es posible que quienes estén rigiendo algunas zonas del país sean los malandrines, ese es un tema que me preocupa mucho y más porque soy de Michoacán.
– Haber trabajado con Leonel, el vínculo con él, ¿te suma o te resta?
Yo nunca fui del equipo de Leonel; Leonel hace tiempo que está vinculado a Morón y a otro tipo de gente. Él tenía un grupo en el PRD con gente como Miguel Arellano, Cristina Portillo y yo era de los “Amalios”. Cuando hicimos una alianza con él fue cuando era candidato a gobernador, pero era eso, una alianza.
Quiero decirte que yo respeto mucho a Leonel y creo que la historia ha sido injusta con él, porque hizo cosas importantes y porque tuvo un gobierno muy corto, con cuatro años para trabajar. Traía un ritmo muy canijo y así nos quería traer. Recuerdo que me ofrecía dos espacios, uno se lo rechacé y otro lo acepté.
¿Cuál espacio fue el que rechazaste?
Seguridad Pública, y creo que hice bien a la luz de lo que ocurrió con las compañeras que estuvieron ahí. Me fui a Política Social y ahí fui feliz, hicimos muchas cosas a un ritmo intensísimo en cuatro años, pero perdimos la elección siguiente y entonces se dedicaron a denostarnos los que han sido el peor gobierno- Fue un gobierno de tres gobernadores y un virrey, y se atrevían a decir que el nuestro fue un mal gobierno y se dedicaron a satanizar y a cortar programas…
La satanización que hicieron de Leonel ha sido muy injusta y ahora lo ves, la gente lo saluda, lo estima y ganó el distrito de Lázaro Cárdenas con una votación muy amplia. No somos los mejores amigos, pero no somos enemigos.
– Entonces, ¿que no te digan godoyista?
No he sido pues, no sé por qué me endosan eso. Fabiola también trabajó con él y ella también trabajó con Silvano, ¿eso la hace silvanista?
– ¿Cómo ves a las demás aspirantes al Senado?
Itzé (Camacho) ha hecho un buen trabajo, ha sido dos veces alcaldesa de Lázaro Cárdenas; con Celeste (Ascencio) no nos hemos tratado, conozco poco de ella; Blanca Piña trabajó conmigo en la Secretaría de Política Social durante algún tiempo. A todas las conozco y las respeto.
– Y Giulianna, Carolina…
Híjole, son más jóvenes, no sé, creo que es muy pronto para ellas.