Morelia, Michoacán
El historiador y periodista Arturo Herrera Cornejo, afirmó que el empresario michoacano Germán Oteiza Figaredo – detenido el pasado miércoles en Morelia por una acusación de fraude de 200 millones de pesos -, pasó ‘repentinamente’ de tener una tienda de materiales para la construcción a poseer un emporio que ejecutó la mayor obra pública de Michoacán entre los años 2002 y 2012.
“Quienes favorecieron muchísimo al crecimiento de las empresas de Germán Oteiza fueron concretamente (los ex gobernadores) Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel”, afirmó en el espacio de opinión del noticiero de Primera Plana MX.
En su colaboración, Herrera Cornejo aseguró que fue en ese periodo donde Grupo de Oro, la marca fundada por Oteiza, se convirtió ‘en una gran, gran empresa constructora’.
“Antes era una tienda de venta de cemento, varilla y materiales para la construcción, y repentinamente se convirtió en la empresa que hizo la mayor parte de la obra pública del estado de Michoacán”, rememoró el también empresario de la radio y asesor político.
De acuerdo con Herrera Cornejo, el crecimiento de Grupo de Oro fue explosivo durante esas dos administraciones, la de Batel (2002-2008) y la de Godoy (2008-2012).
“Cárdenas Batel convirtió a Germán Oteiza en el constructor de su sexenio; Godoy reiteró esa preferencia y hubo un crecimiento explosivo de Grupo de Oro. Además de hacer las obras emblemáticas, como varios puentes de la ciudad, la avenida Camelinas, obras hidráulicas y caminos en varias partes del estado, algo que ocurrió en el gobierno de Godoy fue la dotación de vales de cemento que eran redimidos en las tiendas de Grupo de Oro que, por cierto, fue del dominio público que se lucró con estos vales; eran vales que eran recomprados”, detalló.
Herrera explicó que Oteiza está acusado por Cementos Mexicanos (Cemex), una de las empresas líderes en la producción de cemento en todo el mundo, de supuestamente haberla defraudado con 200 millones de pesos.
Señaló que, en el pasado, la relación del zar de la construcción en Michoacán era tersa, fluida y amable con el fundador de Cemex, Lorenzo Zambrano, pero que, a la muerte de éste, la relación se tornó difícil con los herederos.
La ruptura fue tal, según la narración del historiador, que Oteiza pasó de distribuir los cementos Tolteca – elaborados por la fábrica de Zambrano -, a comercializar los de la marca Apasco.
“Ahí nació el pleito con la cementera, la cual lo denunció. Los herededos de Lorenzo Zambrano no fueron tan cordiales con Germán Oteiza y empezó la desgracia, amén de que el Sistema de Administración Tributaria también empezó a auditarlo y se vino el mundo sobre quien fue un próspero empresario; próspero, hay que decirlo, gracias a esa alianza, a esa convivencia con los gobiernos del PRD”, destacó.
Para Herrera, ‘muchos de los recursos que fluyeron en aquel tiempo para las campañas políticas se manejaron a través de la construcción’ en cantidades que avasallaban los tratos de los gobiernos del PRI.
“Yo creo que en la era del PRI fueron niños de pecho los que, a costa de la obra pública se beneficiaban, puesto que solamente cobraban el 10 por ciento; ya en los tiempos de los gobiernos perredistas, los porcentajes se multiplicaron a veces por el 100 o por el 200 por ciento del costo de la obra pública, ¿y por qué?, pues porque detrás de esto estaba el financiamiento de muchas campañas políticas”, sentenció.
Incluso, el historiador relató un episodio de Oteiza con el entonces presidente Felipe Calderón, quien gobernó el país entre los años 2006 y 2012.
“La relación de Oteiza con el presidente Felipe Calderón también fue muy fluida, muy cordial, tanto así que el gobierno de la República le destinó recursos para una Universidad de la Construcción, una Universidad que, por cierto, no tenía muchos alumnos, pero sí recibió un fuerte subsidio federal”, anotó.