CDMX
A dos semanas de que el huracán Otis impactara en Acapulco, Guerrero, dejando un panorama de destrucción sin precedente en la historia de ese puerto del Pacífico, con un saldo de 47 muertos y 53 desaparecidos hasta hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que se quedó corto en la alerta emitida a la población.
“Cuando estaba yo escribiendo esto (el posteo que hizo en redes sociales), pensé en decirlo más fuerte, o sea, (decir) ‘viene cañón’, algo así, pero dije ‘no, con esto basta’”, declaró en su conferencia mañanera.
El posteo al que Obrador se refirió fue publicado cerca de las 21:00 horas del martes 24 de octubre, ya cuando Otis prácticamente estaba entrando a Acapulco con sus vientos de 250 kilómetros por hora y su categoría 5, la más alta en la escala de la intensidad de los huracanes.
Cerca de la media noche de ese martes y en los primeros minutos del miércoles 25, el meteoro ya arrasaba a su paso con hoteles, casas, negocios, red eléctrica y hasta con los sensores sísmicos.
Al amanecer, el paisaje era de una ciudad bombardeada según las imágenes en video y fotografía que comenzaron a propagarse, no solamente en México, sino en el mundo.
Para Obrador, las voces de auxilio y de reclamo que han venido registrándose desde entonces, han sido motivadas por sus adversarios políticos.
Incluso, en la mañanera aseguró que los acapulqueños y él tienen una conexión que se refleja en las elecciones donde él ha aparecido en las boletas como candidato.
“Como antecedente, nada más decirles que cuando he sido candidato siempre he ganado en Acapulco, o sea, hay mucha identificación, conozco mucho a la gente de Acapulco, me conocen”, expresó el tabasqueño desde el Palacio Nacional.