Morelia, Michoacán
Dado que se estaría cometiendo un desacato, la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ordenó a sus diputados locales abstenerse de votar en la designación del nuevo auditor estatal, pero acudir a la sesión.
Quien no lo haga así, advirtió el dirigente estatal, Guillermo Valencia Reyes, será expulsado del partido, pues se trata de un acuerdo del consejo político estatal.
Explicó que se les insta a no ausentarse de la sesión porque de acuerdo con la ley, se requiere del voto de las dos terceras partes de los presentes para designar al auditor.

“Votar por alguno de los propuestos en la terna sería validar una ilegalidad y los priistas no lo vamos a hacer”, expresó.
Lo anterior, debido a que existen dos procesos de amparo en curso por parte del auditor que fue destituido, Miguel Ángel Aguirre Abellaneda – destitución por la cual la bancada del PRI votó en contra- y en caso de asignar un sustituto, se estaría en desacato.
“Los diputados de nuestra fracción parlamentaria deberán acudir a la sesión pero no votarán para no ser parte de una ilegalidad que los puede llevar a la cárcel con todo y fuero local por la comisión de un delito federal al violar una suspensión jurisdiccional. El fuero local no les servirá porque estarían cometiendo un delito federal”, manifestó.

Guillermo Valencia hizo un llamado a los dirigentes de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) a que hagan lo mismo y “muestren de qué lado están, del lado de la ilegalidad o del lado de la ley”.
Aseguró que no se trata de un tema en contra de alguno de los integrantes de la terna ni de un chantaje hacia el gobierno estatal, sino únicamente de apegarse a la ley.
La presidenta de la comisión de la comisión inspectora de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM), Gloria Tapia, es militante del PRI; sin embargo, ella no ha contravenido a la ley, argumentó el dirigente, pues lo que hizo la comisión fue seguir el procedimiento que marca la convocatoria y seleccionar una terna, mientras que lo que ordenó un juez es no elegir un auditor y no tomarle protesta. Es decir, no debió convocarse a sesión y se debió suspender la designación.