Morelia, Michoacán
“Un campo que ya no huele a flores”, dirigido por el cineasta michoacano César Flores Correa, nos invita a explorar la interconexión entre los seres humanos y el medio ambiente, mostrándonos que somos parte de un todo más complejo e interdependiente.
“Con cada proyecto que realizamos, aprendemos nuevas formas de acercarnos al mundo. El cine es una herramienta poderosa para conocer realidades ajenas a las nuestras y entender las experiencias y emociones de otras personas”, afirma Flores Correa, en entrevista para Primera Plana MX. Su documental es un testimonio visual de la situación de floricultores en Villa Guerrero, que se guía para la reflexión sobre la vulnerabilidad del sector productivo.
El documentalista, además de explorar las complejidades del tema, se sumerge en la vida de las personas que documenta, nutriéndose de sus conversaciones, emociones y experiencias. “Nos alimentamos de pláticas, emociones, situaciones, música, pintura y muchas otras cosas como seres humanos. Todo esto influye en nuestra forma de hacer cine”, agrega Flores Correa.
“Un campo que ya no huele a flores” es un recordatorio de que todos somos parte de un todo interconectado y que los documentales, como herramientas de exploración y comprensión, nos permiten desentrañar estas complejidades.
Gracias al trabajo valiente de creadores como César Flores Correa, el mundo puede ver más allá de las apariencias y comprender las verdades profundas que yacen en las historias humanas.