Fotos e información: ACG.

Morelia, Michoacán

La Catedral de Morelia se llenó de emociones y sentimientos encontrados con historias como las de Alejandro Lara, Chinito; uno de tantos casos que son emblemáticos en la lucha por sensibilizar sobre la importancia y necesidad de donar órganos.

Alejandro Lara, mejor conocido como Chinito entre familiares y amigos, tenía 31 años cuando murió. Su madre, Remedios Salgado, cuenta que ellos vienen de la Ciudad de México y que su hijo tenía 17 meses viviendo y trabajando como chofer de transporte público en Morelia, cuando tuvo un accidente y, como consecuencia de ello, tuvo un derrame cerebral.

Remedios recuerda que Chinito estuvo internado en el hospital civil y que después de la revisión de seis neurólogos, el diagnóstico no era favorable, ya que su hijo tenía muerte cerebral.

A Remedios y a su familia les tomó cuatro días tomar la difícil decisión, pero, al final ganó lo que Chinito deseó en vida: “el siempre quiso ser donador; siempre nos decía que si él llegaba a tener un accidente, donáramos todos sus órganos”.

Siguiendo la voluntad de Alejandro, su familia donó todos los órganos y tejidos que se pudo. La historia de Chinito llenó de más emociones la misa realizada en la catedral de Morelia, en favor de las familias donadoras de órganos y tejidos para trasplante.

La homilía se lleva a cabo unos días antes del Día Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, que se celebra cada 26 de septiembre con el objetivo de generar conciencia y reflexionar sobre la importancia de la donación.

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