Morelia, Michoacán
Con oficio de por medio, Alfonso Martínez Alcázar hizo llegar al gobierno del Estado un expediente con 63 denuncias ciudadanas en contra de abusos policiales por presuntos elementos de la Guardia Civil de Michoacán.
Los documentos fueron entregados por partida triple: primero, al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, a través del secretaría de gobierno, a cargo de Carlos Torres Piña.
En segundo lugar, al general José Alfredo Ortega Reyes, secretario de Seguridad Pública del gobierno estatal, quien hoy afirmó en entrevista no tener cifras de elementos que hayan incurrido en esta práctica y, tres, a la Comisión de Derechos Humanos en el estado.
Alfonso Martínez Alcázar, presidente municipal de Morelia, afirmó que no dejará de levantar la voz mientras los abusos policiales de la Guardia Civil continúen.
Reiteró que no es motivo de confrontación, sino de reflexión y de actuar para que los policías en Morelia cuiden a la población y que no sea la población la que se cuide de sus policías.
Martínez Alcázar refirió que, unos días antes de firmar el convenio de colaboración con el gobierno del estado, hizo entrega en propia mano al jefe del ejecutivo estatal de 32 denuncias, como base para solicitar la depuración de la corporación; sin embargo, a pesar de ello, “no pasó nada y, al contrario, ahora son más”.
De ahí que hace unos días decidiera levantar la voz y exhibir varios casos de los que ha tenido conocimiento, como el del joven detenido en el Centro de Morelia al que violentaron y robaron su quincena y que, cuando trató de pedirles que le devolvieran su dinero, lo tiraron y pasaron la llanta de la patrulla por su cabeza, provocándole el desprendimiento de la oreja; el joven presenta daño auditivo permanente.
El jefe de la comuna agregó que desde que se presentaron las 32 denuncias a la fecha, dicha cantidad casi se ha triplicado, aunque muchos, por temor, no quieren denunciar.
El documento entregado a la secretaría de gobierno, consta de 63 denuncias ciudadanas canalizadas por la Policía Morelia, dirigida por Alejandro González Cussi, a la Fiscalía de Michoacán; pero hay otras más cuyas víctimas prefieren seguir en el anonimato por temor a represalias y es que, dijo Alfonso, “los malos policías se quedan con las credenciales de elector de las personas en una forma de presionar”.
Alfonso Martínez sostuvo su dicho que no es un tema en contra de la Guardia Civil, sino de los malos elementos que desprestigian a la corporación; pero es algo “que debe parar, no vamos a callar, por supuesto que tengo temor, pero no podemos permitir que continuen”.
