Ciudad de México
Como si de una monarquía se tratara, el presidente Andrés Manuel López Obrador aunció que entregará el bastón de mando al próximo candidato presidencial de Morena durante el acto en que se dé a conocer quién será.
Advirtió, como si cupiera la duda, que esto no afectará sus funciones presidenciales, pero que simboliza que ya no será el líder del “movimiento por la transformación”, que él ha venido encabezando “aunque no de manera directa”, sino con “su ejemplo”.
Considerá que este acto no constituirá una intromisión al proceso electoral, pues la ceremonia será fuera de Palacio Nacional y que el bastón en cuestión tendrá cintas de varios colores.
El bastón de mando le fue entregado el 1° de diciembre de 2018 por representantes de 68 pueblos indígenas, como un símbolo de la aceptación de ellos hacia él como presidente y del compromiso de él con los pueblos originarios, en medio de una ceremonia de “purificación”.
López Obrador fue el primer presidente de México en recibir esta distinción, que también se otorgó en su momento a Evo Morales en Bolivia, a Rafael Correa en Ecuador y a Juan Manuel Santos en Colombia, aunque ya había recibido algunos bastones similares durante su campaña por parte de comunidades en específico, como los indígenas de Metlatónoc, Guerrero, quienes lo otorgaron en 2006.
El bastón de mando parte de una tradición ancestral, que estaría siendo reapropiada por Morena y en caso de que se trate del mismo bastón, cabría cuestionar a los habitantes de los pueblos indígenas si refrendan la confianza que depositaron en el Presidente en su candidato, aun sin saber si será su sucesor o no.
