Tangancícuaro, Michoacán

El alcalde morenista de Tangancícuaro, David Melgoza, justificó haber matado a balazos a dos perritas en plena vía pública, y frente a sus dueños, diciendo que eran “muy agresivas”.

En su alegato, el edil difundió un video donde se muestra a Buba y a Canela introducirse a la cochera del domicilio de Melgoza, en la colonia Santa Anita, donde él tiene una mascota que, en un determinado momento, es mordida por Buba -una cruza de pastor alemán y labrador, de tres años de edad-.

Enseguida aparecen en escena el alcalde y su escolta, quienes lanzan varias patadas a Buba y logran ahuyentarla. Canela –una pastor belga de sólo 10 meses de nacida-, solamente atestigua el momento. Incluso, sus movimientos delatan que quería salir del lugar. Nunca interviene en la agresión.

La situación no paró ahí. Pistola en mano, el edil y sus escoltas salen del domicilio y van tras las dos perritas y les dan alcance cuadras adelante, donde ya eran buscadas por sus dueños, Natalia y Roberto.

“Vi a tres hombres; en ese momento no sabía que era el presidente y sus guaruras, y vi a Canela y a Buba agachadas, como cuando vas a golpear a un perro, asustadas. Pensé que sólo las iba a golpear”, narró Natalia a Primera Plana MX.

Entrevistada, la joven dijo que en un primer momento no había visto que el edil iba armado.

“No me había dado cuenta del arma de fuego, hasta que estaba ya apuntando a Canela. Le dije ‘espérate, no les hagas nada’, para que se detuviera y no escuchó. Fue cuando le disparó en el cuello; ella empezó a correr dejando un rastro de sangre y se mete debajo de un carro, que es lo que hacía cuando estaba asustada”.

“Antes de eso volteó a verme como diciendo ‘ven por mí, me quiero ir contigo’. El presidente estaba de por medio entre Canela y yo, no pudo regresarse. Luego le dio un disparo a Buba en el pecho; Buba venía hacía mí”, relató entre llanto.

Natalia dijo haberle preguntado al alcalde por qué hacía eso, y que éste le respondió que porque se habían metido a su casa a atacar a su perra.

“Nos dijo eso cuando aún traía la pistola en la mano… le dijimos ‘está bien’. Se dio la media vuelta y se fue. Yo me quedé con Buba en mis manos, viendo cómo dejaba de respirar”, detalló su dueña.

Eso ocurrió a las 19:35 horas del pasado miércoles 9 de agosto, y al día siguiente el edil quedó evidenciado por un video difundido en redes sociales, tomado desde la cámara de una de las casas y donde se le ve salir con sus escoltas detrás de Buba y Canela.

‘Saqué mi arma y me defendí’

En su defensa, el presidente municipal mostró el video de la cochera de su casa, situada a más de 200 metros del sitio donde alcanzó y disparó contra Buba y Canela.

“Salí con la intención de hablar con el dueño y decirle que agarrara a sus mascotas y no anduvieran en la calle con el riesgo de agredir a alguien. Cuando estábamos ahí, el pastor belga me vio y se me dejó venir. Saqué mi arma y me defendí; me defendí de este perro y luego del otro perro”.

El edil –de formación médico militar especialista en pediatría-, argumentó que en su casa estaban su esposa, una de sus hijas, una paciente de sólo seis meses y el padre de ella.

“Mi intención nunca fue lastimar a las mascotas, (pero) son dos perros grandes y muy agresivos”, aseguró el alcalde, en una versión que se contrapone con la de los dueños y las manchas de sangre en la calle, regadas en un tramo de aproximadamente 50 metros.

En su confesión, el edil dijo haber realizado los disparos con el arma de su jefe de seguridad, al parecer un capitán del Ejército, por como Melgoza se refirió a él.

“Cuando se dejan venir los perros, el capitán me da su pistola y me dice ‘cuidado, porque trae cartucho arriba’. Le hago un disparo al primer perro que viene de frente, más o menos a tres metros de distancia. En eso veo que viene el otro perro atrás; se me encasquilla la pistola, cerrojeo el cartucho y le hago el otro disparo. Dos disparos hice”.

La cartilla médica de Canela, mostrada por sus dueños, acredita que nació el 29 de octubre del 2022 y pesaba 3.4 kilos cuando fue registrada.

Ambas habían sido adoptadas.

“Eran las perritas más queridas y amadas que puedas ver, por nosotros, por los vecinos, por los amigos, por todos. Buba era una mezcla de labrador y Canela una pastor belga. Su personalidad era como el perrito de la película de Coco, inocente, juguetona. Buscaba el amor”, expresó Natalia sobre las “muy agresivas” perritas que describió el edil.

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