Transformando
La columna de hoy dista mucho de ser una crítica a partidos políticos ni a sus dirigentes, ni a los que están hoy en las sillas del poder. Esta columna pretende ser el inicio de una reflexión para que entendamos el por qué tenemos el tipo de candidatos y políticos que nos gobiernan.
Hace poco le pregunté a un analista reconocido si tenemos el gobierno que merecemos, su respuesta me sorprendió, me dijo… “no, merecemos uno peor”.
Después de esa respuesta vino su explicación, dijo –“nosotros los mexicanos, aceptamos la mayoría de las historias que nos cuentan los políticos, aceptamos sus promesas, aun sabiendo que no cumplirán una vez que lleguen al poder, y que sin duda se olvidarán de la representación y tendrá prioridad su interés personal, olvidándose de las promesas, de sus representados y de México”-.
Continuó diciendo -“aceptamos promesas incumplidas, mentiras, sabiendo que no hay forma de que puedan cumplir”-. Agregó –“tenemos corta memoria y por conveniencia nos olvidamos de los escándalos que tuvieron y con una dádiva se les vuelve a apoyar”.
Puntualizó –“aceptamos de quien tiene el micrófono su declaración como si fuera una verdad absoluta, aunque en algunos casos sabemos que la realidad es distinta”-.
No sé si nuestra apática política y nuestra falta de cultura democrática, baste para merecer un peor gobierno, lo que tengo claro es que en muchos casos aceptamos explicaciones tan absurdas y las dejamos pasar, sin cobrarles en las urnas el cinismo con el que algunos se manejan.
Por ejemplo, en la actual guerra de corcholatas vemos tapizado de espectaculares de unos y otros, de revistas desconocidas, donde “casual y convenientemente” promocionan en su portada la inmaculada imagen de un “aspirante”, evidentemente pasando esta época no volveremos a saber de la mayoría de estas revistas, la mayoría sabemos que es para burlar al INE y no reportar esos gastos y promocionarse, sin explicar la procedencia del dinero con el que pagaron.
Y por si fuera poco, al cuestionarlos se ofenden y desconocen los espectaculares, al grado de hacernos creer que alguien les quiere hacer daño al gastar miles o millones de pesos en gran cantidad de espectaculares para “dañar su imagen”.
Además, nos dicen que la editorial tiene tanto interés en que su libro se venda, que llena de espectaculares como si fueran un best seller, por cierto, ya la editorial del “libro” de Ebrard declaró que ellos no los pusieron.
Como estos ejemplos, hay muchos más de las verdades que nos quieren vender, todos diciendo que esta vez si podrán, olvidando que cuando estuvieron no pudieron.
Lo que me queda claro es que para tener el gobierno que nos merecemos debemos involucrarnos, informarnos y afinar nuestra memoria para que no repitamos lo mismo después de cada elección, quejándonos de que son iguales, porque ¿sabe qué?, la mayoría sí son iguales.
POSDATA:
¿Cuántos gobiernos malos deben pasar para que decidamos ponerles un alto?
¡Es tiempo de los ciudadanos! Y del gobierno que merecemos.
El autor es empresario, analista político, ex presidente CANACINTRA