Moscú, Rusia
En un mensaje televisivo a toda la nación, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó al jefe del grupo paramilitar Wagner de traicionar a Rusia por “sus ambiciones personales” y aseguró que, junto con los demás responsables, pagará por ello.
Putin aseguró que la rebelión comandada por Yevgueni Prigozhin, jefe del grupo paramilitar Wagner, es “una puñalada por la espalda”.
Por su parte, el jefe de los mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin, llamó a un motín armado tras afirmar, sin aportar pruebas, que la cúpula militar rusa había matado a 2,000 de sus combatientes, por lo que su organización “juró venganza”.
Prigozhin lleva meses acusando abiertamente de incompetencia al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al general ruso de más alto rango, Valery Gerasimov.
Por otra parte, Vladimir Putin admitió que la situación se ha tornado “difícil” en la ciudad de Rostov, donde el grupo Wagner aseguró mantener tomadas instalaciones militares clave, entre ellas un aeródromo.
En esa ciudad se encuentra el cuartal general militar ruso de la ofensiva en Ucrania.
Mientras tanto, Rusia instauró este sábado un “régimen de operación antiterrorista” en Moscú y sus regiones que incluye el despliegue de equipos blindados.