Washington, EU
La embajadora mexicana en la OEA, Luz Elena Baños, protagonizó este jueves una rabieta de grandes proporciones en ese foro para oponerse al aumento del techo del presupuesto de la institución hemisférica.
Los sucesos, calificados de “bochornosos” por fuentes diplomáticas, marcaron un severo revés diplomático para México en el pleno del organismo en Washington y resquebrajaron el bloque izquierdista regional formado por México, Bolivia y Argentina.
“Fue una pena: México se exhibió sin elegancia en el afán del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de destruir a la OEA y a su secretario general, Luis Almagro. Pero fue como un bumerán, que le pegó en la boca a la representación diplomática mexicana”, indicó una fuente anónima.
Luego de que el pleno aprobara por amplia mayoría un incremento del techo presupuestario de 82 millones 800 mil dólares a 92 millones 100 mil dólares, Baños atacó con dureza a sus colegas, asegurando que se cometía una “ilegalidad” y una falta a “la ética y la moral”.
Baños comenzó a gritar, se puso de pie y, cuando el presidente de turno del Consejo Permanente, el embajador de Uruguay. Washington Abdala, le pidió que se sentara, respondió furiosa: “No me voy a sentar”.