Morelia, Michoacán
Podría requerirse del desalojo de algunos asentamientos irregulares en el cerro del Quinceo, pues el Gobierno del Estado pretende declararlo área natural protegida, para mantener la zona arbolada y así preservar las reservas de agua.
De acuerdo con el secretario del Medio Ambiente, Cambio Climático y Recursos Naturales (Secma) en Michoacán, Alejandro Méndez López, lo que se está buscando es crear un cinturón verde alrededor del municipio para garantizar el abasto de agua, por lo que a la declaratoria de área natural protegida del Cerro del Águila, que se dio la semana pasada, seguirán la del Quinceo y el Cerro de la Nieve.
En entrevista con Primera Plana Mx, el funcionario explicó que la meta de la Secma es ampliar las áreas protegidas para que constituyan un 17 por ciento del territorio del municipio de Morelia, lo que garantizaría no solamente el abasto de agua, sino la producción de otros servicios ambientales.
Precisó que en el caso del cerro del Águila, es el que provee de agua al manantial de la Mintzita, del que depende el consumo de cerca del 40 por ciento del agua en Morelia.
No obstante, reconoció que en el cerro del Quinceo la situación social es complicada, porque se han establecido asentamientos irregulares, de los cuales uno fue desalojado recientemente, pues el espacio en donde se ubicaban es propiedad del Gobierno del Estado.
“Hubo un desalojo, la policía llegó y desalojó un pedazo, pusimos una malla. Ya nos robaron un pedazo de malla… El gobierno es un gobierno de izquierda, sensible a las necesidades sociales, pero la necesidad social aquí es el interés público. Por un lado, tenemos sí, personas que requieren vivienda, pero por otro lado tenemos muchos miles de morelianos que necesitan agua, entonces se tiene que poner (por encima) el interés público y la ley, porque además algunos de estos grupos estaban violando la ley”, argumentó.
A eso se suma el riesgo que representa urbanizar una zona como el cerro del Quinceo, ya que en el pasado han ocurrido deslaves por construir fraccionamientos en este tipo de terrenos. De acuerdo con Alejandro Méndez, “los árboles sirven como anclas del lodo” y en caso de retirarlos, en temporada de lluvias, éste corre sin freno y puede arrastrar lo que encuentre a su paso.
Mientras que la presión social es el mayor riesgo en el cerro del Quinceo, expuso el secretario del Medio Ambiente, en el Cerro del Águila lo es el cambio de uso de suelo, ya que se han detectado huertos ilegales mediante un sistema de vigilancia satelital que permite visualizar los cambios del ecosistema a través de los años.
“En las pruebas piloto corrimos un programa que se va varios años para atrás y encuentra que hubo cambios de uso de suelo en varios puntos del cerro. Ahí se presentaron algunas denuncias, porque nosotros como servidores públicos, cuando nos damos cuenta de un ilícito, tenemos que denunciarlo, de otro modo nos convertiríamos en cómplices”.
No obstante, la situación es salvable, refirió Méndez López, a diferencia de lo que se pudo apreciar en Zacapu, en donde “el avance es brutal”, si se observan los cambios de la superficie de los últimos años.
¿Qué implica la declaratoria?
Alejandro Méndez López aclaró los alcances de la declaratoria de área natural protegida:
- No se puede cambiar la cobertura vegetal.
- No se expropian los terrenos, siguen siendo propiedad de sus dueños.
- Con decreto o sin decreto el cambio de uso de suelo está prohibido.
- En la zona noroeste, en las faldas, en donde ya se realizan actividades agrícolas, éstas continúan.
- Pueden desarrollarse proyectos de ecoturismo, pero no de urbanización.
¿Se garantiza el abasto de agua para Morelia con estas declaratorias?
“Cada vez e smás la población, cada vez son menos las áreas de recarga. Por eso queremos la declaratoria, estos cerros del Águila, del Quinceo, más las que ya tenemos en el sur y el oriente de Morelia, son las áreas que si las mantenemos arboladas, permiten que el agua se infiltre, cae el agua y no se evapore tan rápido por la sombra de los árboles, alcanza a infiltrarse y esta nos nutre los arroyos, los ríos y la cuenca, que va de Acuitzio y hasta Cuitzeo y estos cerros son los que nutren al valle de Morelia; entonces, en la medida que tengamos arbolado este cinturón verde, vamos a mantener mayor abasto de agua, pero tenemos el cambio climático, el incremneto de la mancha urbana y la población, el incremento del pavimento, estos son factores en contra. Tenemos que controlarlos”.
¿Esta declaratoria permitirá evitar los incendios?
“Va a incidir para vigilar permanentemente. Es como cuando tienes un callejón oscuro donde asaltan mucho y pones luz y cámaras, pues inhibes mucho. A lo mejor no garantizas que se acabe, pero va a tener un efecto en este sentido”, expuso.
Agregó que el sistema de denuncias no está a cargo de una persona, sino de un sistema de inteligencia artificial que analiza fotografías e imprime en automático las denuncias.
El aguacate no es ilegal
Por otro lado, el secretario del Medio Ambiente hizo énfasis que en que el aguacate no es ilegal y el cambio de uso de suelo no se da únicamente para la producción de este fruto, ya que se ha detectado también en cultivos de berries, maíz, agave y otros productos, por lo que la apuesta de la Secma es trabajar con los productores para certificar los productos agrícolas que se generan de manera legal.
“Nos vimos en la necesidad de crear una certiificación que distinga a lo aguacateros que hacen las cosas bien, que tienen cultivos orgánicos y que están dispuestos a contribuir manteniendo un pedazo de bosque en sus cultivos”.
Abundó en que este tipo de certificaciones permiten diversificar los mercados internacionales para exportación y prever bloqueos comerciales como el que ha interpuesto la comunidad europea para productos cuya producción daña al medio ambiente, como la carne, soya, aceite de papa y madera. “El tequila, el mezcal y el aguacate todavía no, pero se está trabajando para prevenir que se cierren mercados”, aclaró.
El agave, caso aparte
De acuerdo con Alejandro Méndez, otra alerta ambiental la han encendido los cultivos de agave, pues están arrasando con la selva espinosa y selva baja del oriente de la entidad; sin embargo, no es necesario acabar con estos ecosistemas para cultivar agave, ya que esta planta se da de manera natural en esos terrenos.
“El agave de maguey que se usa para el mezcal se reproduce y crece en los bosques y en la selva, es un producto que no tiene por qué deforestar. No tenemos por qué adoptar el sistema de monocultivos para tener un buen cultivo. Se hace de manera industrial porque es más barato y genera mejor rendimiento, pero a largo plazo es dañino”.
Mediante el lema “trado a trago ayudemos a salvar el mundo”, los mezcaleros ya están trabajando con la Secma para generar una certificación que garantice al consumidor que está obteniendo un producto que preserva el bosque.
“Ahora cada vez más los mercados internacionales están exigiendo este tema de la sustentibilidad porque cada vez hay más consciencia de que lo que pase en un punto del mundo, repercute al resto”, indicó y recordó que hay países enteros que podrían desaparecer con el cambio climático, como Holanda o Inglaterra, mientras que en México, con un incremento de cuatro grados en la temperatura, “las selvas se convertirían en desiertos”.