Morelia, Michoacán
Con una sala de Cinépolis Centro de Morelia repleta se estrenó este sábado el largometraje documental ¿De qué no sirvió morir?, dirigido por Alejandro Sosa y producido por Celeste Ascencio, diputada federal, el cual retrata con singular maestría la primera marcha de la comunidad LGBT+ que se llevó a cabo en Paracho, en la meseta purépecha, el pasado año.
El material, desde el principio conmueve y llama a la reflexión mediante el abordaje de temas explosivos que están delante de nosotros y no siempre vemos: asesinatos, suicidios, agresión extrema a los transexuales, abuso policial, casos psiquiátricos, intolerancia de la población machista y homofóbica.
La proyección logra sus mejores registros durante la filmación del desfile del Orgullo Gay, lleno de disfraces, música, baile, banderas, obras pictóricas y, sobre todo, lemas que no se salvan de lo pintoresco y el humor: ¡Se esconden maricones detrás de las guitarras! y ¡A Paracho se le acabó lo macho!
Con la consiga “Por usos y costumbres incluyentes, ¡es bueno ser diferente!” en todo el documental se hace patente un grito que aboga contra la violencia de género y en favor del respeto y la inclusión.
Pamela Cruz Orihuana, activista de Morena, trabajadora sexual y mujer transexual, comentó al terminar la proyección:
“La intención de este documental, como siempre he dicho, no es que nos tengan lástima por nuestras historias de vida, sino que la sociedad gane en consciencia ante nuestros problemas. Esta proyección es como una nueva arma de lucha”.
El director nos revela detalles sorprendentes de la filmación
Luego de las felicitaciones y de las tertulias en Cinépolis, Primera Plana mx conversó con Alejandro Sosa, el joven director del documental:
Ahora, en la distancia, estás satisfecho con el producto final… ¿qué harías mejor?
Bueno, este es un documental de guerrilla, es un trabajo que, estéticamente, yo hubiera hecho distinto. Me hubiera gustado tener tiempo para la planeación… para elegir un equipo técnico y operativo… pero con Celeste hablamos un domingo en la noche y al siguiente día ya teníamos que empezar la filmación.
Estuvimos trabajando un mes y medio, fue un trabajo intenso, tenemos mucho material recopilado.
¿Se produjo algún rechazo en la población por lo polémico del material?
El problema más importante que afrontamos es que muchas personas no querían aparecer en cámara, incluso amigos allegados a la marcha se negaban a testimoniar, a pesar de que les decíamos que solo estábamos pidiendo opiniones sobre el desfile.
Los procesos de producción siempre están llenos de hechos sorprendente y hasta anecdótico…
Bueno, fue una guerrilla como te dije, se nos descompusieron muchos lentes y tuvimos algunos accidentillos. Igual, no dio miedo por estar trabajando en zonas que no conocíamos en su vida cotidiana a las doce o una de la mañana. Se cuentan tantas historias…
¿No te parece que luego de las escenas de marcha de la comunidad LGBT+ en la meseta purépecha el documental se torna un poco reiterativo?
No creo, nuestro material está dividido en tres partes: en la primera se indaga en los “héroes caídos” y se trata de encontrar respuesta a todos esos abusos, crímenes, muertes. Luego, ponemos los reflectores en la marcha como tal, y al final, indagamos en los problemas que indudablemente existen en la comunidad LGBT+ como la drogadicción y los suicidios.
Algunas personas rechazadas por la sociedad no saben enfrentar el problema y caen en el descontrol y en la inconsciencia con ellos mismos. En esta parte se habla más desde el fondo del ser humano
Luego de este estreno, ¿qué sigue?, ¿se incorporará el documental al ciclo de festivales?
En realidad, esta presentación de hoy estuvo dirigida, en lo esencial, al equipo de realización. La gente estaba con la expectativa de si se había hecho o no el documental… qué había pasado con los testimonios…
Este solo ha sido un primer acercamiento con los creadores, con los amigos, ahora trazaremos una ruta de festivales de género, porque, más allá de lo técnico, me parece que el contenido es muy valioso.