Desiderata Legal
Soy de las que piensan que la ciencia tiene una gran belleza.
Un científico en su laboratorio no es sólo un técnico:
también es un niño colocado ante fenómenos naturales que
lo impresionan como un cuento de hadas
Marie Curie
Ser científica es un reto maravilloso que nos permite imaginar mil posibilidades para encontrar respuestas a preguntas que nos planteamos todos los días. Requiere imaginación, ganas de aprender constantemente, paciencia y una mente clara y objetiva para resolver misterios que la ciencia, la tecnología y la innovación nos presentan.
Provengo de una cuna sencilla, en Pátzcuaro, Michoacán. Nunca tuve una influencia directa para adentrarme en el ámbito profesional, académico o científico, pero así logré sortear mis estudios de preparatoria, licenciatura y posgrado. Hoy me considero parte de la comunidad científica. La ciencia jurídica es mi campo de acción.
Mi vida profesional ha transcurrido litigando, en la judicatura, en la administración pública, proponiendo y desarrollando políticas públicas, e incluso creando órganos defensores de derechos humanos con perspectiva de género, pioneros en nuestro estado.
En cada experiencia he buscado ser pionera de proyectos, desde la concepción hasta su origen, lo que requiere una constante actualización, emprendimiento, creatividad, paciencia, técnica y método.
Mi querida Universidad Michoacana, sin duda, me ha brindado la oportunidad no sólo de formarme, sino de desarrollarme como docente en sus aulas. No ha sido fácil, requiere muchos años de dedicación, estudio y esfuerzo, un esfuerzo que recientemente se coronó con mi ingreso al Sistema Nacional de Investigadores.
Por eso, valoro que exista, desde el 2011 – y ratificada en 2015 por la ONU – una fecha para conmemorar el Día Internacional de las niñas y las mujeres en la Ciencia, que nos recuerda que tenemos derecho “al acceso y participación plenos, y en condiciones de igualdad, en la ciencia, la tecnología y la innovación”. Su objetivo es incidir en lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer, sin importar su edad.
Pero la efeméride no es suficiente. El reto implica ir todavía mucho más allá que una fecha en el calendario.
Y es que, de acuerdo con la ONU, las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que los hombres y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.
En campos de vanguardia, como la inteligencia artificial, solo uno de cada cinco profesionales – equivalentes al 22% – es una mujer. Otro dato: a pesar de la escasez de competencias en la mayoría de los campos tecnológicos que impulsan la Cuarta Revolución Industrial, las mujeres siguen representando sólo el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática y computación
Las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor pagadas. Su trabajo está poco representado en las revistas de alto nivel y a menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos.
Los datos del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) del CONACYT, arrojna que existen en la categoría de eméritos y eméritas 609 personas, de las cuales 144 son mujeres, incorporadas en el año 2022 (23.5%), incluidas 42 investigadoras.
Conforme al Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado (ICTI), se cuenta con 309 (32.4%)mujeres investigadoras (32.4%), por 644 hombres (67.6%). En el estado de Michoacán, pese a la condición de desventaja para investigar que se tiene al interior del País, se tiene está cifra más alentadora y la cual seguramente ira creciendo.
Por su parte el Programa Interinstitucional para el Fortalecimiento de la Investigación y Posgrado del Pacífico 2022, da cuenta que participaron 4131 mujeres (62%)y 2519 hombres (38%). Como vemos, las estudiantes son una mayoría, lo que implica que están cambiando las cosas en la comunidad universitaria, lo cual celebramos.
Ejemplo de lo anterior, es el caso del ingreso en 2022 a los diferentes programas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, dónde los primeros lugares en los resultados de conocimientos fueron obtenidos por mujeres.
De igual forma, en programas relacionados a Ingenierías, Ciencias Exactas, Ciencias de la Seguridad Publica y Ciencias Forenses, hay un crecimiento exponencial de mujeres, lo que en otros tiempos se pensaba eran exclusivos de hombres.
Les comparto que tengo más de 10 años desarrollando investigación en materia de derechos humanos, enfocado principalmente en su relación con el derecho universitario, con las personas en situación de vulnerabilidad y particularmente con los derechos humanos de las mujeres, niñas y adolescentes. Los resultados hasta ahora logrados me llenan de satisfacción.
Por experiencia propia, afirmo que las mujeres científicas todos los días cambiamos la historia de nuestro país a través de la ciencia. Fomentemos las vocaciones tempranas en nuestras niñas, acerquémosles el conocimiento. Como investigadoras, nuestra tarea también es lograr ese cometido.