Ciudad de México – Platanomelón

Las zonas placenteras de las personas se pueden extender tanto como a cada quién le guste y perciba las sensaciones que le causen placer. Sin embargo, hay una zona que, de forma generalizada, concentra una buena parte de estas sensaciones: los genitales. Su estimulación puede ser muy variada: ya sea a través de caricias, de juguetes eróticos, de la penetración y, sí, del sexo oral.

De forma específica, en esta ocasión vamos a hablar del sexo oral en mujeres y personas con vulva: del famoso cunnilingus, una bella palabra del latín que se divide en cunnus, “vulva”; y lingō, lingĕre, “lamer”. Aunque para disfrutar la sexualidad hay muchas formas y gustos, no se puede negar que bajar a divertirse, es muy bien recibido.

Platanomelón, la marca de juguetes eróticos líder en México, comparte 8 consejos precisos, sin rodeos y calados, para que el máster en cunnilingus sea tuyo. Primero que nada, hay que recordar que la vulva tiene cinco partes que debes tener muy en cuenta y hay que saber darles el cariño que se merecen: los labios externos e internos, el vestíbulo vaginal, la vagina y el clítoris. Ahora sí, allá vamos:

“Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”

Primero, el clítoris fue ignorado, y ahora, cuando se piensa en cunnilingus, muchas veces lo que hacen las personas es ir a él directamente y sin escalas. Este órgano dedicado 100% al placer puede dejarse para el final; como en la música, ir in crescendo poco a poco para que la sensación final sea explosiva. Es mejor aprovechar y estimular cada una de las partes que integran la vulva antes de llegar a la cereza del pastel.

Paso a paso

Que no se tome literal que el cunnilingus es dar sexo oral. Hay que iniciar el ritual con besos y caricias por aquí y por allá, recorriendo todo el cuerpo de la pareja sexual, sin prisa. Después, inicia lamiendo la vulva de abajo hacia arriba como si estuvieras lamiendo un helado, pero casi casi como si no la tocaras. Es decir, roza delicadamente sus labios mayores y menores con tu lengua de manera que se empiecen a despertar cada una de las zonas erógenas situadas en su vulva.

Foto: Getty Images

Sube la potencia poco a poco

Una vez despertadas todas las zonas de interés, debes saber que a los labios, tanto mayores como menores, les gusta estar en la boca: que los presionen, que les estiren y jueguen de forma dinámica con ellos. Pero ojo, controlando la intensidad. La clave está en jugar con ellos pero con sutileza. Si quieres dejar a tu pareja con los ojos en blanco, sin duda debes poner un poco de lubricante con efecto de calor alrededor de ellos. Todo lo que tú sientas en tus labios, lo sentirá tu cómplice de travesuras donde vayas besando y le será imposible no tener su mente 100% en el juego.

No olvides las manos

Mientras estimulas sus labios, recorre su cuerpo con tus manos… Acaricia sus muslos, su abdomen, sus senos, sus brazos… Ten en cuenta que el resto del cuerpo también necesita cariñitos y atención.

Labios menores, ¡uh la lá!

Es el turno de los labios menores. Comienza a lamerlos con la punta de la lengua bien lubricada haciendo un caminito de abajo hacia arriba. Empieza suavemente y ve aumentando poco a poco la velocidad y la presión con la que juegas con los labios menores. Para potenciar el placer, intenta evitar el clítoris. Rodéalo, acércate, insinúate, pero no lo toques, así conseguirás que sus ganas aumenten poco a poco hasta que no pueda más… Recuerda: ¡el plato fuerte para el final!

Unos besos tronados

Una zona tan sensible como la vulva en general, responde a los más pequeños estímulos, así que además de lamer, intenta dar pequeños besos tronados en las distintas zonas: la vibración del sonido le erizará la piel.

Ahora sí: el clítoris

El clítoris es sumamente sensible, y con la estimulación previa, hay que pensar que está al mil. Utiliza tu lengua para lamer en círculos a un ritmo placentero. No importa que no lo tengas desde el inicio, sé paciente y ve escuchando cómo responde o pide tu pareja. Otro tip importante es que sumes la succión del clítoris a la ecuación, pero con cautela. No se trata de arrancarlo, sino de que esta succión sea delicada y placentera.

La clave está, repetimos, en encontrar un ritmo constante que lleve a las estrellas a tu pareja sexual. Incluso, gracias a la tecnología, ya existe un juguete sexual que simula el cunnilingus: Coco de Platanomelón con una textura ultrasedosa, nueve movimientos de lengua y nueve modos de vibración. Además, este vibrador se puede usar tanto dentro como fuera del agua.

Usa tus labios y lengua, ¡evita los dientes!

Sostener y jugar con los labios vaginales con tus labios está bien, succionar el clítoris con tu boca está bien, pero hacer esto involucrando dientes: ¡está muy mal y podría ser muy doloroso! No lo hagas, a menos claro, que tu pareja sexual lo pida, en cuyo caso, deberás hacerlo con sumo cuidado.

La boca para el cunnilingus y para comunicarse

Es fundamental que haya comunicación, cada quien tiene gustos diferentes y lo mejor es comunicarse: decir qué sí y qué no, y escuchar lo que tu pareja sexual quiere y lo que no le gusta. Sin pena, que si están ahí es para gozar juntos.

Platanomelón tiene como objetivo potenciar el autoconocimiento y la autoestima de las personas para que disfruten de una vida sexual más saludable a través de sus productos eróticos pero, sobre todo, a través de información profesional diversa, pues nació para romper prejuicios y tabúes en torno a la sexualidad.

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