‘La granada que estalló el 15/S en Morelia, era del Ejército’

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Morelia, Michoacán

Ignacio Mendoza era subprocurador de Justicia cuando ocurrieron los ataques con granadas en plena noche del Grito de Independencia, el 15 de septiembre del 2008 en el centro de Morelia, y fue el segundo funcionario en llegar a la zona del primer atentado. A más de 14 años de distancia, suelta una reveladora confesión que liga al Ejército con esa masacre.

De acuerdo a Mendoza, una de las dos granadas que fueron lanzadas esa noche contra la población civil, provenía de las fábricas de armas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

“A los pocos días (de iniciada la investigación), nos damos cuenta que la granada viene de la fábrica de granadas de la Defensa Nacional, de una de las fábricas de armas autorizada. Correspondía a un lote de 188 granadas que se robó un cabo un mes antes del destacamento de Iguala, Guerrero”, detalló en entrevista con Primera Plana MX.

Foto: ACG

El hoy coordinador del Sistema Penitenciario en el Estado, señaló que esa es una de las líneas de investigación que la Procuraduría General de la República ya no profundizó, o no quiso hacerlo.

Por eso, consideró que el expresidente Felipe Calderón debe ser llamado a cuentas ante la Corte de Estados Unidos donde se enjuicia actualmente a quien fuera su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, como también lo deseó días antes el gobernador michoacano Alfredo Ramírez Bedolla.

Y es que, tanto Bedolla como Mendoza, parten de la hipótesis de que el ex mandatario y García Luna combatieron a determinadas organizaciones criminales para fortalecer al Cártel de Sinaloa, replicando la declaración que el exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia, dio en calidad de testigo ante el tribunal de Nueva York que lleva el juicio.

“La evidencia marca con mucha claridad que su gobierno y él se involucraron más de lo que creíamos en actividades delincuenciales”, expresó Mendoza.

  • En un tuit, Calderón niega haber pactado con criminales, ¿qué opinas de eso?

“No es con un tuit donde se demuestra (la inocencia); hay que ir a ver las finanzas del señor (…) ¿Por qué tenemos que creerle a Felipe nada más porque él lo diga? No, esa es una cosa que debemos reprocharle. Yo le reprocho lo que pasó en los granadazos o que explique por qué llegó esa granada a donde llegó, o qué sabían ellos (…)


Qué fácil es tuitear desde España y decir ‘se los juro, por esta (besa su mano, mientras simula persignarse), en serio, ¿cómo va a ser? Yo estudié en el (Instituto) Valladolid, imagínate, el arzobispo era mi confesor’, no, señor, él fue un ente público y tiene que salir a rendir cuentas”, respondió.

Las amenazas previas al Grito

Mendoza reveló que fueron tres las amenazas que se conocieron, previas a la celebración del Grito de Independencia, aquella noche del 15 de septiembre del 2008. La tercera, ya advertía que el ataque sería durante la noche. Y así fue.

“Las áreas locales, la Procuraduría (General de Justicia) y la Secretaría de Seguridad Pública, no tenían aparatos de intercepción política ni capacidad de generar trabajo de inteligencia, más allá de los chismes que se contaban en la voz genérica. Quienes sí tenían esas capacidades eran la PGR, la Defensa Naval, la Marina, el Cisen.

Al final de cuentas vemos que hay tres amenazas, y la última ya habla de que va a ser en la noche del grito. Se monta un operativo, modesto tal vez, y se lanza una granada en la Melchor Ocampo y otra en Madero con Quintana Roo. Vemos con mucha claridad que es el primer acto terrorista y eso es traumático, con un impacto nacional e internacional”, relató.

El exsubprocurador detalló que personal militar aseguró esa misma noche la espoleta de la primera granada, la más mortal, que estalló en la plaza Melchor Ocampo.

“El personal de la 21 Zona Militar me enseña a mí la espoleta de la granada, ellos la recogieron. Luego vino la confusión, un marasmo de gente. Era imposible preservar la escena, era un caos, no había forma”, rememoró Mendoza.

Incluso, reveló que la trayectoria de esa primera granada debió caer frente al Palacio de Gobierno, donde el entonces gobernador Leonel Godoy –actual diputado federal de Morena– hacía el repique de campanas.

“La trayectoria era para que cayera en un claro que se hacía frente al Palacio de Gobierno, donde está la campana y la puerta, pero la desvía una persona alta y eso hace que caiga donde finalmente cayó y explotó. Afortunadamente no hubo más daño, porque el 50 por ciento de la explosión la absorbió el suelo, si no, hubiera sido más desastroso”, explicó.

Aquel ataque enlutó como nunca a los morelianos. El saldo fue de ocho muertos y más de un centenar de heridos o mutilados. Todos, población civil inocente.

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