CONTRAPUNTO
La esperanza es promover la ilusión en circunstancias que sabemos que son desesperadas. (GK Chesternton)
El inicio de las precampañas en Edomex nos permitió observar durante 28 días a las precandidatas Delfina Gómez, de la coalición “Juntos Haremos Historia” y Alejandra del Moral de la alianza “Va por México”, en sus recorridos al interior del estado en donde visitaron a los militantes de sus partidos políticos, con la firme convicción de que su discurso y propuestas serían suficientes para lograr ser candidatas a la Gobernatura.
En este primer ejercicio resalta la falta de propuestas, por ende, sobresale el uso de campañas de contraste, en el cual usan la información de tropiezos, incluso errores en el ejercicio de la función pública, buscando ocasionar pérdida de prestigio, este mecanismo es recurrente por su capacidad de generar tanto los sentimientos de enojo, como de frustración en corto tiempo entre el electorado.
Esto no es casualidad, según la teoría de Daniel Kahneman, en su modelo bidimensional del bienestar, sostiene que el ser humano mueve su espectro emocional sobre dos ejes centrales: el placer y la alteración.
Basándonos en esta teoría, observamos a ambas candidatas alentando el sentimiento de alteración, además de minimizando el placer, de tal suerte que, logren provocar emociones negativas, como el miedo, la ansiedad, la desmotivación, con las cuales logran “el llamado a la acción”, que sus sentimientos de frustración los impulsen a expresar sus molestias, incluso protestar.
Hablando de manera particular de cada campaña, encontramos por un lado a la coalición integrada por Morena, PT y PVEM quienes confrontan al electorado al recordarles que el PRI es el causante de sus dificultades económicas, inseguridad y pobreza, por 90 años de mal gobierno al frente del Edomex, de la misma manera hablan de un supuesto fraude por 115 millones de pesos, cometido por la precandidata Alejandra del Moral, en su mandato como alcalde de Cuautitlán Izcalli, de igual manera, platican de la denuncia por gastos anticipados de campaña interpuesta ante los órganos electorales por el gasto de 42 millones de pesos, en espectaculares.
De la misma forma, la alianza PRI, PAN, PRD usa los términos “delincuente”, “corrupta” y “le gusta descontar quincenas”, en contra de la candidata Delfina Gómez, asegurado que en su periodo como alcaldesa de Texcoco, descontó 10% del sueldo a cientos de sus empleados para poder financiar a Morena, igualmente realizan acusaciones por un presunto desvío de recursos encontrado por la ASF de 839 millones de pesos en la SEP.
Como estamos viendo, ambas campañas se juegan con rudeza, pensando en generar sentimientos tanto de enojo, como de frustración al informar todos los abusos, excesos y arbitrariedades cometidos en primer lugar por el partido, en segundo por las candidatas a lo largo de sus carreras políticas, en este momento surge la pregunta ¿Quién saldrá victoriosa?, ¿A qué candidata le favorece la campaña de contraste?
Este tipo de campaña requiere una íntima relación entre las acciones realizadas y la forma en que se muestran, es decir, la fortaleza de una campaña de contraste exige congruencia, al mismo tiempo el respaldo de sus valores o lo dicho en la política “La boca grande, pero la cola chica”.
Además de esto, en campañas del mismo tono, el triunfo en gran medida depende de crear un contenido original, de la capacidad de comunicar el mensaje, de llegar al mayor número de ciudadanos desde diferentes medios de comunicación masiva, la adopción del mensaje por los ciudadanos, logrando involucrar a la gente, haciéndola sentir parte indispensable del cambio.
Si estas próximas campañas sólo se basan en el contraste, en evidenciar al contrincante o el gran problema de corrupción que afecta a México, seguiremos gobernando a una población dividida, donde hay diferentes tipos de mexicanos, los buenos y los malos, cuando necesitamos mexicanos trabajando unidos para mejorar nuestra situación, esperemos que también imperen buenas propuestas, generadoras de esperanza y unidad.