Ciudad de México
El escándalo de plagio que envuelve a la ministra Yazmín Esquivel calentó este lunes nuevamente el pleito entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Y es que para el mandatario mexicano, la casa de estudios se ha lavado las manos al no determinar con claridad si procede o no la anulación del título de licenciada en Derecho, que hoy tiene a Esquivel en una privilegiada posición en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“Está bien que el rector informe, nada más que no hay nada concreto; todo fue, como dirían los filósofos, puro choro mareador”, criticó López Obrador.
El presidente dijo que la UNAM no tendría que limitarse a condenar el plagio ocurrido en 1986 –y descubierto apenas ahora, 36 años después-, luego de detectarse similitudes sustanciales de la tesis de la hoy ministra, con la de un alumno presentada un año antes, en 1985.
“Condenar el plagio, pues sí, todo mundo condena el plagio, pero aquí se trata de saber si hubo plagio o no hubo, quién plagió a quién y dictaminar y presentar una denuncia. Está en la ley de que si un caso se define legalmente, si se resuelve judicialmente, se tiene que quitar el título.
“Eso quedó todo en el limbo, porque ¿hubo plagio o no hubo?, y si hubo ¿quién fue el que plagió? Y luego a la maestra (asesora, Martha Rodríguez), después de 40 años en que había dirigido 300 tesis o 500 tesis, deciden quitarla así nada más, pero, ¿por qué?, ¿dónde está el estudio?, ¿qué pasó con las 500 tesis?, ¿hubo un cotejo?, qué tal que incluso haya otras”, cuestionó López Obrador.
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